Irapuato, Guanajuato.- Con un año, un bebé perdió a su mamá y un ojo en la masacre de Barrio Nuevo.
Carmen Garibaldi murió mientras con su cuerpo protegía a Teodoro, su bebé, pero de todas maneras él resultó lesionado: tuvo dos heridas, en la ingle y en la cintura, y un rozón de bala le hizo perder el ojo izquierdo.
Maurilio, hermano de Carmen, platicó que su hermana y su sobrino se encontraban sentados en la entrada de casa de sus papás -donde estaba la mayor parte de las víctimas- cuando comenzaron a sonar los disparos.
Vi cuando cayó mi hermana con su niño. Cayeron hacia dentro de la casa. Ella lo protegió con sus brazos y el niño nunca lloró, nada. Ella recibió muchos disparos y mi sobrino recibió tres. Ya perdió el ojo después de que una bala le rozó el ojito izquierdo”, platicó Maurilio Garibaldi.
Todo era confusión. entre la multitud no se podía reaccionar, no se podía saber quien se encontraba herido y quien no, había mucha sangre y a pesar de esto, Maurilio metió un carro a la calle y sacó a su hermana para llevarla al hospital.
“Cuando veo lo que sucedió, había mucha gente gritando, todo era un caos. Solo recuerdo que me metí por mi hermana y su hijo, pero solo la encontré a ella, así que yo y otro familiar la jalamos y la subimos a un carro y nos la llevamos, ya no supimos quien llevó a mi sobrino al hospital”, platicó.
Carmen falleció al llegar, tenía múltiples impactos de bala.
Entre los heridos estaba la hija y nieta de Cristina, la líder de la Banda San Cristóbal; Norma Cristina recibió una lesión en una pierna y Milly, la menor de 7 años, fue reportada grave. LEE LA NOTA COMPLETA, DA CLIC AQUÍ
Llegaron de Chicago para festejar el Día de San Juan
Maurilio Garibaldi, nacido en Irapuato pero que reside en Chicago, llegó a Irapuato con alrededor de 25 familiares para pasar tiempo en familia y disfrutar del festejo del día de San Juan que previamente habían organizado.
Tenían un año sin visitar Irapuato, se hospedaron en al menos tres casas de la calle Bustamante.
Cada año venimos. Somos mucha familia y todos nos organizamos año con año, ponemos torito, banda y nos la pasamos bien. Siempre festejamos esta fecha en familia”, platicó Maurilio, consternado.
“¡Fácil fueron como 100 disparos los que escuché! Yo no sé si ya venían a lo que venían o qué pasó, a todos les dispararon, agarraron parejo, incluso a los que estaban bailando. ¡No habíamos recibido amenazas!
“Mi hermana cayó muerta ahí en la puerta y mi sobrina arriba de ella. Mi cuñado y mis sobrinos al lado, sin vida, todos ellos se encontraban sentados y les dispararon desde enfrente”, platicó.
Ahora velarán a sus muertos y regresarán a Estados Unidos, donde se sienten seguros, por lo que ven muy lejana la posibilidad de regresar a Irapuato.
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