Acumulación de basura en un terreno, debido al servicio irregular de recolección.. Foto: Mary Ochoa.

León, Guanajuato.- “Urge la regularización” es lo primero que piden los habitantes de la comunidad de San Juan de Abajo, tras más de 35 años sin contar con servicios básicos como agua potable, drenaje, alumbrado, transporte público y caminos transitables.

La incertidumbre generalizada entre la población se agudizó después de que se ordenara el desalojo de alrededor de 12 familias del predio llamado San Joaquín, ubicado hacia la autopista León-Aguascalientes.

A partir de los desalojos, donde les derrumbaron sus casas, la verdad la gente se alteró mucho, se asustó, se preocupó y todo se juntó, por la preocupación de perder su patrimonio”, contó Fabiola González, quien tiene más de 15 años viviendo allí.

Son más de 7 mil personas las que padecen una larga lista de carencias en este asentamiento irregular, a pesar de ser la tercera comunidad más poblada de León, de acuerdo con el último censo del Inegi en 2020.

“Lo primero que se necesita en San Juan de Abajo es la regularización. Ya con eso van a entrar todos los servicios, que es de todo lo que carecemos los colonos”, aseguró la señora Josefina, quien radica en la zona desde el año 2000.

Una madre y su hijo caminan por un camino sin pavimentar en San Juan de Abajo. Foto: Mary Ochoa.

La gran mayoría de los habitantes afirma que compró los terrenos donde construyó sus casas, por lo que exigen que el Gobierno Municipal los reconozca como una localidad regularizada.

Todos estamos en espera de que sea pronta la solución y que sea a favor de todos los que estamos aquí, porque no somos paracaidistas”, expresó Rosa.

Para Martín Valera Vargas, esta demora ya le costó perder el que fue su hogar durante nueve años, pues es uno de los afectados por el desalojo de San Joaquín.

“Lo principal es la regularización de los terrenos, esa es la afectación principal que estamos viendo ahorita, porque queremos que no le pase a la gente lo que ya nos pasó a nosotros”, contó.

Hace cinco años, en esta localidad se contabilizaban mil 830 viviendas, de las cuales 241 no tenían energía eléctrica, 335 no contaban con sanitario y 427 carecían de drenaje, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Para el abastecimiento de agua fue necesaria una batalla legal que obligó al Municipio a otorgar tomas comunitarias y el envío de pipas como medida provisional.

Sufren para entrar o salir

El camino principal para acceder a esta comunidad tiene una longitud de aproximadamente 850 metros. Es el único tramo pavimentado, incluso con ciclovía, pero ya en malas condiciones.

Por esa vialidad ingresa la única ruta de transporte público, además de algunos camiones que trasladan personal. Sin embargo, difícilmente avanzan hacia el interior de la comunidad, debido a la imposibilidad de circular por calles disparejas y, en temporada de lluvias, completamente enlodadas.

Lo más urgente aquí es arreglar los caminos, que están pésimamente, muy mal, porque a veces los choferes de los camiones no circulan aquí. Como hay muchos baches, con mucha agua, no se quieren meter”, opinó José León Chávez Ramírez, quien atiende un negocio de botanas.

“Con las lluvias se pone feo, horrible, hasta los zapatos se quedan pegados ahí. A veces emparejan, pero pues queda peor, se suelta la tierra y se hace peor la cosa cuando llueve”, criticó Ignacio Ornelas, quien lleva cinco años viviendo allí.

“Mira todo este lodazal, las calles están muy disparejas. Yo llevo 15 años aquí y la verdad nunca he visto un cambio”, lamentó José Alfredo Ramírez.

Calle enlodada, una constante dificultad para los vecinos durante la temporada de lluvias. Foto: Mary Ochoa.

Esta situación obliga a muchos habitantes a caminar por senderos hasta llegar al bulevar Delta o al bulevar Timoteo Lozano, donde ya pueden tomar un camión.

Tiene ya varios años que se ha solicitado un mejor transporte público; por ejemplo, una ruta auxiliar que entre, porque aquí solamente entra una ruta y pasa cada hora”, explicó Fabiola González.

“Mucha gente vive hasta San Joaquín, de aquel lado de la pista, entonces sí está muy difícil llegar y salir”, apuntó la señora Rosa.

Servicios a cuentagotas

Fabiola González, quien ha sido líder vecinal en San Juan de Abajo, recalcó otros problemas, como la limitada presencia del camión de la basura.

“Sí viene, pero solamente a ciertas calles. No recorre toda la colonia y por eso hay varias esquinas que ya lo tomaron como basurero por todas las calles donde no pasa”, relató en entrevista con AM.

Un vecino toma agua de una toma comunitaria, servicio que los habitantes consideran insuficiente. Foto: Mary Ochoa.

Además, lamentó que las autoridades municipales consideren suficiente el abastecimiento de agua mediante tomas comunitarias y pipas.

“Ellos no consideran lo que implica estar acarreando el agua de la toma hasta el domicilio de cada persona. Es invertirle mucho tiempo, esfuerzo, y no consideran que aquí tenemos personas enfermas, personas con discapacidad, adultos mayores, que no pueden hacerlo”, dijo.

Deuda histórica

La alcaldesa, Alejandra Gutiérrez Campos, reconoció durante el Tercer Informe de Gobierno de su primera administración, que debían trabajar el doble o el triple para solucionar los problemas de estas localidades.

“Hay colonias donde tenemos una deuda histórica, donde tenemos que ver por aquellos que más lo necesitan”, comentó durante el evento del 27 de septiembre de 2024.

San Juan de Abajo siempre ha sido un reto. Noria de Septién, San Vicente y muchísimas otras colonias que están en esa zona requieren la regularización”, aceptó.

No obstante, destacó que el proyecto para construir un crucero seguro en el bulevar San Pedro y las vías del ferrocarril representaba un primer paso hacia ese objetivo.

“Ese cruce nos va a permitir poder avanzar de manera muy rápida en la regularización, porque eso va a ser la diferencia en las colonias que más lo necesitan”, dijo entonces.

Actualmente, esta obra presenta un avance significativo, aunque todavía hay un tramo de casi dos kilómetros de terracería para llegar hasta el acceso principal a San Juan de Abajo.

Cuando concluyan los trabajos de pavimentación, construcción de banquetas e instalación de alumbrado público, se espera mejorar la movilidad de más de 100 mil personas que habitan en la zona.

Avanzan en trámites

Pablo Arturo Elizondo Sierra, secretario del Ayuntamiento y exdirector del Imuvi, explicó los pasos que se siguen para lograr la regularización de estos predios, que anteriormente eran parte de un ejido.

Hay que hacer un proceso para el cambio de destino de esas tierras, y eso se está tratando directamente con los ejidatarios. Y, por otro lado, hay zonas donde existen propiamente los asentamientos humanos, donde está viviendo la gente, que eso ya se trata con cada uno de los propietarios de las parcelas”, declaró el miércoles 23 de julio.

El extitular del Instituto Municipal de Vivienda (Imuvi) señaló que desde hace casi cuatro años han trabajado para resolver la situación de ejidatarios fallecidos.

“Si tienes un propietario finado necesitas de quien lo suceda en la propiedad de esos bienes, que en este caso los herederos. Si no se llevaban esos juicios sucesorios, nunca se iba a poder avanzar”, apuntó.

Aunque aún no hay una fecha clara para otorgar la certeza jurídica que los habitantes han esperado por décadas, aseguró que mantienen expectativas favorables sobre el caso.

Entendamos que han sido una serie de obstáculos los que se han presentado para poder alcanzar la regularización, así como en su momento los hubo en la zona 12 de Las Joyas, y ustedes lo vieron hace tres años, cómo se resolvió. De la misma manera se está resolviendo en San Juan de Abajo”, dijo.

Se amparan contra el Municipio

Juan Pablo Delgado, abogado y activista que ha representado en varias ocasiones a los pobladores de San Juan de Abajo en la defensa de sus derechos, actualmente los asesora en dos juicios de amparo.

El primero fue promovido en defensa de las personas afectadas por el desalojo.

“Atendimos a tres personas que demandaron al juzgado de partido que ordenó la diligencia”, comentó ante los medios de comunicación.

A este se sumó otro amparo firmado por 45 familias de la comunidad, debido a las décadas sin avances significativos sobre la regularización de los terrenos.

“Para efectos de ordenarle, tanto al Imuvi como al Ayuntamiento de León, el inicio del proceso de regularización, por una omisión histórica de estas autoridades de poder iniciar con un proceso de certeza jurídica en las viviendas de estas personas”, detalló.

Delgado recordó que esta localidad fue pionera en exigir sus derechos legales al Gobierno Municipal, lo cual sirvió de ejemplo para otras colonias.

San Juan de Abajo fue la colonia que se atrevió primero a demandar al Municipio para tener agua. Gracias a ellos se inspiraron otras 20 más, por lo menos ahora, y estamos todavía aumentando esa lista. En algunos casos ya tienen agua, con tubería, todo por la valentía de San Juan de Abajo”, relató.

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Gracias a San Juan de Abajo

AAK

 

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