Con información de Violeta Montelongo Rocha
Guanajuato.- En los últimos 25 años Guanajuato se ha convertido en un destino atractivo para inmigrantes internacionales, de acuerdo con datos del último censo del INEGI se estima que en la entidad habitan al menos 42 mil extranjeros.
En el documento “Migración en Guanajuato: Diagnóstico y propuesta pública 2024”, elaborado por el Gobierno del Estado, a través de la entonces Secretaría del Migrante y Enlace Internacional, que se convirtió en el actual sexenio en subsecretaría, se detalla que entre 2000 y 2010, los extranjeros en Guanajuato aumentaron un 113.6 %, aunque el crecimiento se desaceleró al 8.4 % entre 2010 y 2020, alcanzando 42,486 en 2020.
Con base en datos del INEGI se estima que en 1990 había 9 mil 906 extranjeros viviendo en Guanajuato; para el año 2000, este grupo poblacional aumentó a 18,359, mientras que en 2010 se tenía registro de 39, 207 y para el 2020 se contabilizaron 42 mil extranjeros en la entidad.
En los últimos 30 años, Guanajuato ha experimentado un notable desarrollo industrial y económico”, señala el diagnóstico, situación que ha favorecido para que la entidad sea atractiva para la comunidad extranjera.
Los extranjeros que radican en Guanajuato son originarios de más 100 países, se estima que un 74.9 % de los extranjeros son estadounidenses, y el 25 % son principalmente originarios de Colombia, Japón, Venezuela, Honduras, España, Canadá, Argentina, Brasil y Cuba.
De acuerdo al boletín mensual de estadística de la Unidad de Política Migratoria, durante el primer semestre del año en Guanajuato se registró la llegada de mil 017 personas extranjeras documentadas, 658 contaban con residencia temporal y los 359 restantes con residencia permanente.
Las llegadas de extranjeros residentes, se concretó principalmente en los municipios de San Miguel de Allende, León e Irapuato y Guanajuato capital.
En conmemoración al Día de la Raza, AM realizó una búsqueda de personas nacidas o criadas en el extranjero que residen actualmente en Guanajuato, recopilando sus historias y narrando sus experiencias.
“Ya soy panza verde”

Norbert Katende Ndamamba nació en el Congo, a poco más de 10 mil kilómetros de distancia de donde actualmente radica, León, Guanajuato.
Es docente y Jefe Académico de Posgrados de la Universidad La Salle Bajío, pero además es empresario enfocado en el área del calzado y en la enseñanza de idiomas en la ciudad.
Norbert llegó desde el Congo a la Ciudad de México para estudiar la maestría en comercio y mercadotecnia en la Universidad Iberoamericana. Durante su estancia en la capital, el Instituto Lux y la Ibero le ofrecieron una oportunidad laboral en León, por lo que llegó a la ciudad.
Ya soy panza verde, de entrada, ya llevo 12 años y medio, ya voy a cumplir 13 años” afirma.
En la República Democrática del Congo se habla francés, por lo que sus primeros años en México los dedicó a aprender español, requisito para poder continuar con sus estudios.
A su llegada, relata que no tuvo muchas dificultades para adaptarse a la cultura mexicana, pues considera que ambas naciones comparten similitudes, como la comida a base de maíz y picante, y la misma raíz lingüística.
En León, vio una oportunidad de negocio que no dejó pasar. Los “dandys”, en el Congo, es una cultura que se caracteriza por vestir calzado y trajes de lujo.
Por ello, gracias la industria zapatera de la ciudad, encontró una alternativa a los zapatos europeos que caracterizan a esta cultura, exportar calzado leonés de calidad a un precio más accesible para los “dandys”. Ofreciendo una mejor alternativa a la piratería.
Asimismo, estableció un centro de capacitación donde se imparten cursos a empresas sobre diversas áreas además de ofrecer cursos de idiomas como francés, inglés, alemán, japonés y español para extranjeros.
Señaló que se le han presentado oportunidades para mudarse a otros países como Francia, pero afirma que “en este momento con lo que estoy haciendo me siento bien en México. Todavía voy a estar acá en León por unos años”.
Un bocado argentino en León
Brian Rodríguez tenía 18 años cuando llegó a León en 2002, dejó su ciudad natal, Buenos Aires, Argentina para mudarse con su papá, Claudio Rodríguez, tras la crisis económica que afrontaba su país en aquel tiempo. Ya son 23 años desde su arribo a la ciudad.
No vinimos con la intención de quedarnos, sino a ver, y bueno, al final nos encantó el país y acá sigo” relata.
El idioma no fue un problema, pero las diferencias culturales y lingüísticas de cada región contrastaban cuando recién llegaron a la ciudad, sin embargo, con el pasar del tiempo adaptarse no supuso un reto.
A su padre le ofrecieron trabajo de ventas en una empresa de calzado, él por otro lado, comenzó a dedicarse a la industria restaurantera y gastronómica, lo que sentaría un precedente para lo que vendría después.
Su padre, un hombre de campo, tenía un especial cariño a la comida de su país, lo que lo impulsó a emprender con el servicio de empanadas argentinas para eventos. Desde el comienzo, notaron un buen recibimiento de los leoneses. En una época en la que no había internet, la comida argentina resultaba rara, exótica.
Cuando su padre falleció en 2013, Brian continuó con el negocio y empezó a ofrecer más platillos típicos de su país, renombrando el negocio a “Empanadas de Papá”, manteniendo las mismas recetas heredadas de su padre.
Hemos recibido mucho apoyo, y del leonés ni hablar, yo tengo un amor muy particular por León porque la verdad he conocido a grandes personas” comentó Brian.
Una jubilación en León

Salvador Gandolfo Ginocchio tiene 74 años y ya hace 11 años que dejó Uruguay para vivir su retiro en León.
Desde hace 20 años había estado viajando periódicamente a México debido a que su hermano tiene una escuela para el manejo y elaboración de lácteos. Fue en uno de esos viajes que conoció a su esposa y decidió establecerse en el país y formar una familia.
Escogió León debido a la presencia que tenía el negocio de su hermano en la ciudad, además de recordarle su ciudad natal, Montevideo.
León fue donde se estableció más firme (el negocio) Y bueno, mi punto de aterrizaje en México para vivir lo hizo León (…) me encanta, es más o menos parecido a Montevideo”
Durante este tiempo se ha ganado el aprecio de sus vecinos, tanto que llegó a ser secretario del comité de colonos en la colonia donde habita.
“Para mí fue un honor que los vecinos me eligieran para ese puesto y cumplí con ellos. Porque logramos un presupuesto participativo, que tenemos un parque acá que lo renovaron todo con ese presupuesto que se ganó” relata Salvador.
En León me siento muy bien. La verdad que es una ciudad hermosísima y te digo la verdad, la admiro (…) veo que León es una ciudad que crece muchísimo, que está muy bien atendido en algunos sectores y otros de repente un poco de cuidado, como es la salud” comenta.
De ambos lados: Venezuela y México

Ángel Alexander García Vivas nació en la Ciudad de México y en el 2010 se fue a vivir a Venezuela junto con su madre Sandra Vivas, venezolana de nacimiento. Sin embargo, debido a la situación política, económica y de seguridad del país decidieron regresar a México.
Había mucha escasez de productos y de servicios, y sobre todo porque la delincuencia estaba pues bastante mal (…) estaba muy peligrosa la situación y mi mamá no quería que siguiese viviendo en ese contexto, así que bueno, como yo pues soy mexicano y tengo pasaporte y mi mamá también, ella vivió por 10 años en México y obtuvo la ciudadanía, se naturalizó, pues decidimos regresar a México” narra Ángel.
Regresaron a México y se establecieron en León, sin embargo, notando las diferencias entre ambas ciudades, León y CDMX.
“Ya había vivido una parte aquí en México, aunque no me acordaba mucho de las cosas. Y también sobre todo aquí en León se me hizo muy distinto. Siento que es una cultura y una ciudad muy diferente (…) a largo plazo pues si me terminé creo yo también me adaptaría, haciendo amigos en la secundaria y después en la prepa”, relata.
Detalla que durante su tiempo en México, antes de viajar a Venezuela, solía visitar el país periódicamente, pero después de regresar México se ha vuelto más complicado y costoso.
La verdad es que sí, yo extraño mucho. Ahí tengo a mi familia, la mayoría de mis amigos pues ya no están allá porque ellos también han emigrado. Y pues en general a la ciudad que yo crecí, que es una ciudad que se llama Barquisimeto”
Derivado del fraude electoral del 2021, Ángel quiso narrar la situación de los migrantes venezolanos en el estado. Presentó ese año una propuesta documental para el Festival Internacional de Cine Guanajuato (GIFF), pero esta no fue aceptada. Tiempo después, pudo darle forma y volver a trabajar en el proyecto, presentando en la edición del 2025 su documental “Más de ocho millones“, reflejando así las vivencias de su gente en Guanajuato.
AAK
