Con información de Saúl Castro.
Guanajuato, Guanajuato.- Madre e hijo se fundieron en un abrazo, se veían a la cara y se volvían a abrazar… la última vez que se habían visto fue poco antes de Navidad.
Para ambos, internos en el Cereso de Puentecillas desde hace más de cuatro años, estos cuatro meses fueron una eternidad.
A finales de abril se reunieron por fin, la mamá de 57 años no paraba de repetir: “Te amo mucho hijo”. Fue su primer hijo y cuando estaban en libertad, siempre habían vivido juntos.
Ella es una de las 80 mujeres internadas en el Centro de Prevención y Readaptación Social (Ceprereso) de Puentecillas, en Guanajuato capital. Él, de 39, es uno de los 525 internos del mismo centro.
Ambos ingresaron a prisión el 18 de febrero de 2021. Pero ella al Cereso de Valle de Santiago y él, al de Celaya. En la entrevista con AM pidieron omitir sus nombres.
“Yo estaba en otro penal, queriendo ver a mi madre y me decían que iban a ver y que iban a ver”, pero no le respondían sus peticiones verbales al Director del Cereso (en el anterior Gobierno Estatal).
La quería ver más que nada, porque ya está grande de edad mi madre. Quería ver cómo estaba de salud, tiene varias enfermedades”, explicó él.
Ella agregó que tiene insuficiencia venosa, presión alta y es propensa a sufrir insuficiencia renal; estuvo ocho meses en el penal de Valle de Santiago, donde infructuosamente, intentó que le permitieran hacer llamadas virtuales a su hijo; luego, por sobrepoblación, la trasladaron al Cereso de Puentecillas, en Guanajuato capital.
Ya con el nuevo Gobierno estatal, el 12 de diciembre de 2024, el Director del centro de reclusión les permitió verse personalmente por media hora. No se habían visto así en tres años y 10 meses.
Colectivo de realiza taller exposición

El colectivo, Desaparecidos Justicia Guanajuato llevó a cabo el taller exposición “Sin mi hijo, sin mi hija, no hay 10 de Mayo“, para sacar el sentir de ya no volver a ver a su ser querido.
El colectivo está conformado por 9 integrantes que tienen un hijo o hija desaparecido. Juntos buscan que las autoridades realicen bien su trabajo para dar con el paradero de sus seres queridos.
El taller fue impartido en el auditorio de la Casa de la Cultura Municipal, donde, aproximadamente, 20 personas se reunieron para participar activamente.
Mari Rivera, representante del colectivo Desaparecidos Justicia Guanajuato, dijo que lo que se busca con el taller es logren liberar ese sentir ante la ausencia del ser querido.
Para sacar ese sentir que tuvimos después de que la realidad, nuestro ser querido ya no va regresar”, señaló.
También comentó la poca seriedad que toman las Fiscalías para cada caso de desapariciones.
“Lo que buscamos con esta organización es que las autoridades nos hagan caso, porque individualmente, las autoridades mandan literalmente a la fregada”.
Y hemos notado que, cuando nos organizamos y somos más de una persona, cuestionarse sobre su trabajo, es un poquito el caso que nos hace”, criticó Rivera.
AAK
