Congreso Muertes Violentas y Súbitas en Nueva España y México, Siglos XVI - XX. Foto: Captura de pantalla

León, Gto.- Las muertes violentas en León fueron analizadas como parte del Congreso de Muertes Violentas y Súbitas de la Red de Historia Demográfica en el auditorio Jorge Ibargüengoitia, con la presencia del rector de la Universidad de Guanajuato, Mauro Napsuciale Mendívil, del campus León, y del arquitecto Rodolfo Herrera Pérez, titular del Archivo Histórico Municipal.

Tras el acto inaugural, se presentaron tres ponencias. Dos de ellas abordaron la violencia en Veracruz y Yucatán —específicamente en Motul y Progreso—, moderadas por Marcela Martínez Rodríguez. Posteriormente, otros expositores hablaron sobre Baja California y las repercusiones de la violencia en el “exterminio” de apaches en la región. En el panorama general, se señaló que Guanajuato figura entre los estados más violentos del pasado y del presente.

En el caso particular de Guanajuato, la violencia aumentó tras el descubrimiento de la ruta de la plata. “La ambición por este metal en el corredor México, Hidalgo, Guanajuato, San Luis, Zacatecas, Chihuahua y El Paso” provocó enfrentamientos con saldos sangrientos, señalaron los investigadores.

El conversatorio y las ponencias, centradas en los siglos XVIII y XIX en la Nueva España y México independiente, estuvieron coordinados por la doctora Marcela Martínez y la doctora Ana Rosalía Aguilera.

Entrega de constancias a expositores. Foto: Leopoldo Medina

La jornada matutina cerró con la presentación del libro de Tomás Dimas Arenas Hernández, comentado por Chantel Cramaussel, del Colegio de Michoacán, quien destacó la riqueza de datos para retratar la historia de Zacatecas. Arenas Hernández adelantó que el próximo 5 de septiembre se presentará su nuevo volumen, La población del Estado de Zacatecas, en el que colaboran seis investigadores especializados en historia demográfica.

Muertes en Veracruz

En su intervención, Gerardo Manuel Medina, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, presentó su estudio sobre muertes violentas en el Puerto de Veracruz (1833-1859). Sus datos revelan que entre los asesinados, el 78% eran hombres y el 10% mujeres; 77% adultos y 23% niños. Entre las víctimas había tanto mexicanos como extranjeros: alemanes, españoles, franceses y estadounidenses.

Sobre las muertes súbitas, documentó 88 casos, además de cuatro ocurridos en la vía pública.

A manera de resumen, Medina subrayó:

  • Estos hechos permiten conocer aspectos de la vida cotidiana del puerto.
  • Los adultos mayores figuran entre las principales víctimas.
  • No existen suficientes documentos para contrastar la información obtenida en los libros de defunciones.
La moderadora de la mesa 1, la doctora Marcela Martínez. Foto: Leopoldo Medina

También destacó que el consumo de alcohol fue un factor recurrente en los hechos de violencia.

Por su parte, Silvia María Méndez y Joanny Bonilla, de la Universidad Veracruzana, abordaron el mismo tema en un periodo más amplio, de 1760 a 1921. Entre sus conclusiones destacaron: la imposibilidad de cuantificar con precisión las causas de muerte en los siglos XVIII y XIX; el incremento de la violencia con el acceso de armas a las guerrillas; la existencia de ciclos de violencia; y que, según reportes de gobernadores, hubo un aumento en la mortalidad de causas externas.

Baja California Sur

Los investigadores Clementina Campos Reyes y Jesús Eduardo García Gallardo, de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, presentaron el estudio sobre muertes violentas en el presidio de San Felipe y Santiago de Janos (1723-1765).

Entre los datos históricos, señalaron que en 1717 se reportaban 100 familias indias en Soledad de Janos; en 1745, 100 familias y 330 colonos; en 1760, 145 familias y 434 colonos; en 1766, 151 familias y 455 colonos; y para 1783, 144 soldados.

Nuevo libro en Septiembre. Foto: Captura de pantalla

Las muertes violentas se atribuyeron principalmente a conflictos con indígenas: “a manos de indios”, “a manos de indios enemigos”, “a mano de enemigos” o “en manos de los indios enemigos de la Nación Apache”, según consignan los documentos.

En su intervención, la investigadora Norma González coincidió con las conclusiones de sus colegas, aunque puntualizó que aún es necesario profundizar en el tema.

El Congreso de Muertes Violentas y Súbitas concluirá el sábado, ofreciendo una mirada desde la historia demográfica a los fenómenos de violencia que marcaron la vida cotidiana en la Nueva España y en México durante los siglos XVIII y XIX.

DMG

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