León, Gto.- Benjamín Hurtado Ramírez (HurtadoR en el mundo del arte) se define a sí mismo como transpintor, un artista que utiliza la pintura como medio y punto de partida para expresar sus obsesiones personales.
El leonés, quien firma artísticamente como Benjamín Hurtador, es licenciado en Historia del Arte y coordinador de la Escuela de Artes Visuales Antonio Segoviano, del Instituto Cultural de León; y detalla que el gusto por las artes visuales le viene desde pequeño ya que en su casa siempre estuvo rodeado por el arte.
“Mi papá es cercano a la música y mi mamá a la pintura, fue alumna de un discípulo del maestro Antonio Segoviano, y yo la recuerdo pintando; tengo un hermano que estudió Artes Plásticas y una licenciatura en Periodismo Cultural”.

Ha impartido materias en las Licenciaturas de Artes Plásticas, Diseño Gráfico, Comunicación y Diseño de Modas, además ha sido curador de 21 exposiciones de arte, conferencista y ha participado en más de 90 exposiciones colectivas y presentado 12 exposiciones individuales.
Agregó que aunque su ingreso en el gremio empezó con la música, llegó a las artes visuales en el año 2000, cuando estudiaba la licenciatura en Historia del Arte.
Junto con unos amigos que estudiaban Diseño Gráfico y Artes Plásticas generamos la exposición ‘No arte, no artista’ e invitamos a exponentes como Flor Bosco y Enrique Morfín (QEPD) y de ahí surgieron más proyectos”.
Señaló que suele trabajar en dos líneas: la pintura y la transpintura, está última más instalativa, y sus obras giran en torno a sus obsesiones personales, a lo que le interesa y llama su atención; aunque también hay mucho de la historia del arte, la mitología y cuestiones religiosas o simbólicas.
Benjamín no se considera propiamente un pintor y aunque suena paradójico, trabaja un tipo de pintura que tiende a lo espacial, escultórico y performativo.

Cuando voy a pintar primero hago una construcción de la obra que voy a realizar, si algo llama mi atención, indago, investigo, leo, hago anotaciones y desarrollo ideas, cuando las tengo trabajadas empiezo a bocetar, hago pruebas y si voy a trabajar con un material particular, experimento para desarrollar la pieza”.
Destacó que algunas de sus obras son como costras de pintura al 100%, con grosores de entre 90 a 150 capas.
“Es un material que me permite manipularlo y cortarlo, a veces con tijeras y otras con la mano para darle distinto soporte, es la pintura en estado puro, no la que se trabaja sobre tela o madera sino la pintura como soporte de la misma pintura”, mencionó Benjamín.
También ha explorado el arte sonoro e hizo opciones tipo proto performáticas para un Festival de Arte Contemporáneo.
El artista leonés también se ha desempeñado en la gestión cultural, curaduría y museografía; ha expuesto su obra en León, Guanajuato, San Miguel de Allende, Aguascalientes, Jalisco y CDMX.

Entre los reconocimientos que ha recibido están haber sido seleccionado oficial en el XXIX Encuentro Nacional Arte Joven y finalista al Premio Estatal de la Juventud en la Categoría de Arte.
Entre sus planes está el seguir produciendo obras y no estancarse. Actualmente se prepara para sus próximas exposiciones, una colectiva en la Torre Andrade, con la que buscan generar fondos para apoyar a las personas en Gaza, también prepara una pieza para la exposición de “Calaca Tilica y Flaca”, además de hacer obra en su taller para conformar una exposición individual, posiblemente para el próximo año.
No soy alguien a quien le guste repetirse o crear una fórmula o receta para hacer siempre lo mismo, no, yo quiero crear y creer que seguiré siendo una persona curiosa e inquieta, seguiré buscando y tendré apertura para entender lo que harán las nuevas generaciones”.
Resaltó que el mundo del arte ha cambiado mucho y al ser un maestro que está impartiendo constantemente clase y que está en contacto con los chicos, ha podido detectar que el nivel artístico de la ciudad ha crecido mucho.
“Los chicos ahora ya no son ingenuos, dicho en el buen sentido, entienden más cómo es el sistema del arte, hacen cosas más propositivas, muchos trabajan en colectivos y generan proyectos interesantes, creo que habrá cosas muy valiosas”.

El Coordinador de la Escuela de Artes Visuales destacó que el ICL está haciendo varios proyectos para los jóvenes, como concursos, encuentros de pintura en tiempo real, artes visuales, talleres libres y diplomados en Historia del Arte, con los que este año han atendido a cerca de 500 alumnos.
El artista dirigió un mensaje a las nuevas generaciones en el que destacó que sí se puede vivir del arte, aunque no es algo sencillo.
Hay que picar piedra porque el campo de las artes no es una carrera de velocidad, de ver quién llega más rápido, es una carrera de fondo, en donde sí están la vocación y el hambre, más allá de los éxitos económicos, habrá satisfacciones más profundas e íntimas”.
Resaltó que puede haber quién conecté con la obra e incluso la quiera adquirir.
“Lo importante es no entrar en la desesperación sino saber que esto es trabajo, trabajo y trabajo”, concluyó Benjamín Hurtador.
Aquí más del trabajo del artista:
DMG
