Las alteraciones del sueño están estrechamente relacionadas con problemas emocionales y físicos. Foto: Cortesía UG.

Guanajuato.- Tecnología, ritmo de vida y ambiente son las principales causas del trastorno del sueño y en México se ha detectado que 4 de cada 10 niñas y niños, y a 4.5 de cada 10 personas adultas padecen esta alteración que perjudica la salud.

Así lo evidenció las investigaciones que lidera Sergio Márquez Gamiño, profesor del Departamento de Ciencias Aplicadas al Trabajo, en la División de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guanajuato (UG).

De acuerdo al doctor Sergio Márquez a nivel mundial, el 35% de la población presenta algún tipo de alteración del sueño, mientras que el 29% la sufre al menos tres veces por semana. Incluso señaló que en México estos números se agravan debido a factores tecnológicos, laborales y ambientales que afectan directamente la calidad del descanso.

Sergio Márquez Gamiño, profesor del Departamento de Ciencias Aplicadas al Trabajo, en la División de Ciencias de la Salud de la UG.Foto: Cortesía UG.

Así mismo explicó que los factores que dificultan conciliar, mantener o despertarse con facilidad no se reducen únicamente al insomnio pues comentó que factores como la sobreexposición a pantallas y dispositivos electrónicos en horarios nocturnos ya que alteran los ritmos circadianos (cambios físicos y psicológicos del cuerpo humano en un día), especialmente en niñas, niños, adolescentes y jóvenes, provocando que el cuerpo retrase su ciclo natural de sueño.

Cuando nosotros utilizamos esos dispositivos electrónicos, estamos sometidos a una iluminación que incluye luz ultravioleta. Esta tiene dos clasificaciones: media y baja. Tiene longitudes de onda debajo de 400 nanómetros; esa iluminación nos llega de forma natural del sol. Estas radiaciones, pertenecientes al campo electromagnético y que no las alcanzamos a diferenciar en el espectro visible, son las que le indican a nuestro organismo que es de día, que debe mantenerse despierto.

Entonces, si seguimos exponiéndonos a dispositivos que nos envían luz ultravioleta, nuestros sensores orgánicos nos mantienen despiertos. Se estima que tardamos aproximadamente dos horas después de dejar de recibir el estímulo para que el organismo empiece a producir hormonas del sueño”, argumentó el especialista.

Precisó que la luz ultravioleta emitida por celulares, tabletas y computadoras inhibe la producción de melatonina, hormona responsable del sueño, lo que provoca insomnio y alteraciones de fase, llevando a muchas personas a dormir hasta altas horas de la madrugada o incluso a invertir completamente sus ciclos de sueño.

El 35% de la población presenta algún tipo de alteración del sueño, mientras que el 29% la sufre al menos tres veces por semana.Foto: Cortesía UG.

El uso de dispositivos electrónicos, principalmente teléfonos celulares, tabletas y computadoras, ha modificado los patrones de sueño hasta alcanzar otro tipo de alteraciones llamadas ‘alteraciones de fase’. Ya no se duerme a las 8 o 9 de la noche como nuestros abuelos; ahora la gente empieza a dormir a las 12 o 1 de la mañana. En tiempos recientes, vemos jóvenes, adolescentes e incluso niños que se están durmiendo hasta las 5 de la mañana”, apuntó.

Así mismo destacó que la alteración del sueño no se limita al uso de la tecnología, pues dijo que en sectores como la industria y la salud los trabajadores de turnos nocturnos y rotativos experimentan una deuda crónica de sueño ya que, aunque se duerma durante el día no tiene la misma calidad ni efectos restauradores que el sueño nocturno.

A parte de los factores ya mencionados se suman aspectos como el ruido urbano, la contaminación lumínica y entornos de descanso inadecuados, lo que complica aún más la posibilidad de un sueño reparador.

En la ciudad de León el 20% de la población estudiada, como parte de la investigación liderada por el investigador Márquez, presentan afecciones como enfermedades metabólicas y/o cardiovasculares a causa de la alteración del sueño.

Las alteraciones del sueño están estrechamente relacionadas con problemas emocionales y físicos. Se han documentado casos de ansiedad, aislamiento social, ideas suicidas y síndromes como el de piernas inquietas. En términos fisiológicos, se destaca la apnea obstructiva del sueño, particularmente asociada a la obesidad, condición presente en más del 80% de las personas adultas mexicanas, lo que genera graves afectaciones cardiovasculares y metabólicas.

El 35% de la población presenta algún tipo de alteración del sueño, mientras que el 29% la sufre al menos tres veces por semana.Foto: Cortesía UG.

En unos estudios que hicimos con 208 personas de León, encontramos que el 85% de ellas tenían ronquido. Ahora, con el incremento de la obesidad, sabemos que el 84% de las personas mayores de 20 años la tienen y esta se asocia con alteraciones del sueño, enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Las últimas son la principal causa de muerte en el país. Las enfermedades metabólicas, principalmente la diabetes y sus complicaciones, son la segunda”, compartió el investigador.

Por ello recomendó a quienes tengan alteración del sueño, antes de recurrir a fármacos que pueden generar dependencia y efectos secundarios, fomentar una buena higiene del sueño de la siguiente manera:

– Evitar el uso de pantallas, al menos dos horas antes de dormir.

– Dormir en un ambiente oscuro, fresco y silencioso.

– Respetar el ciclo natural de luz-oscuridad.

– Limitar las siestas a no más de 30 minutos.

– Promover hábitos saludables desde la infancia, restringiendo el uso de tecnología a edades tempranas.

Sergio Márquez Gamiño, profesor del Departamento de Ciencias Aplicadas al Trabajo, en la División de Ciencias de la Salud de la UG.Foto: Cortesía UG.

Finalmente, el académico exhortó a la población a autoevaluar su descanso mediante herramientas simples, como un diario del sueño y enfatizó que dormir bien no es un lujo, es una necesidad vital. Modificar nuestros hábitos puede marcar la diferencia en nuestra salud física, emocional y social”.

Dormir es fundamental para mantener una buena salud, ya que fortalece el sistema inmunológico aparte de regular las hormonas. El dormir poco tiene severas afectaciones en la salud, pudiendo causar riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes, obesidad, inclusive problemas de salud mental. Por ello, la mejor inversión que puedes hacer para tu futuro es la que realizas cada noche, darle a tu cuerpo el descanso que merece.

 

L.F.

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