Apenas se mantienen vigentes unos 20 tianguistas. Foto: Alejandro García Vizcaíno.

Irapuato, Guanajuato.- Los comerciantes agremiados a la Unión de Tianguistas Solidaridad de Salamanca se adaptan a una realidad con ventas que solo alcanzan para subsistir, de los cientos de vendedores, que en décadas pasadas vivieron tiempos de bonanza, actualmente sólo siguen vigentes alrededor de 20.

A veces, la gente que viene al tianguis, dice que esto está muerto, pero no es así, estamos agonizando, pero no estamos muertos; seguimos trabajando, tenemos nuestros clientes de años que ya nos tienen ubicados, vendemos para mantenernos, no podemos hablar de bonanza, pero nos mantenemos”, señaló Alfonso Vázquez, uno de los tianguistas más antiguos de Salamanca.

Hoy en día, entre el 30 y 40% de los espacios comerciales que están en el interior de la nave comercial del tianguis, están desocupados; muchos tianguistas decidieron buscar otra forma de ganarse la vida y algunos optaron por continuar trabajando en el tianguis de los miércoles, pero en los lugares que se asignan en las calles aledañas. 

Los lujos que permitía la economía de un tianguista en las décadas de los años 80 y 90 solo son un recuerdo, todavía hasta el año 2000, las ventas les dejaban buena utilidad, pero con el atentado a las Torres Gemelas se colapsó la economía mundial y afectó la comercialización de los productos de importación. En el ámbito local, el asesinato de un conocido prestamista y la disminución del auge laboral en la refinería, contribuyeron para que el tradicional tianguis de los miércoles empezara a perder clientela. 

“Antes había comerciantes, que en una temporada, de diciembre a diciembre, ganaban para comprarse una camioneta, ahorita ya no es posible. La realidad es que solo se gana para comer, para comprar lo indispensable y hay que ‘apretar la tripa’ para esperar otra temporada donde las ventas mejoren”, comentó Guadalupe Ortiz, quien es tianguista desde hace más de 4 décadas.

Los tianguistas de antaño no ven viable incursionar en el comercio moderno, para ofertar sus productos en plataformas digitales, o aceptar pago con tarjetas, y así, ampliar su campo de trabajo en Salamanca y otros como Villagrán, Pueblo Nuevo, Valle de Santiago, Irapuato.

No tenemos esa educación financiera, que es buena para los negocios, porque te hacen transferencias, pero la ignorancia en esos temas, la falta de conocimiento, hace que muchos compañeros no quieran, teníamos una terminal para tarjeta aquí en la oficina del tianguis, pero no funcionó”, comentó el tianguista. 

Los comerciantes que han sido tianguistas durante 40 años o más vislumbran el futuro incierto, la tecnología y las grandes tiendas comerciales amenazan con acaparar a los pocos clientes que todavía visitan los tianguis.

AAK

 

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