Egipto, Qatar y Turquía se consolidaron como mediadores indispensables en el acuerdo de paz entre Israel y Hamás firmado el pasado lunes 13 de octubre en Sharm el-Sheikh, junto con el presidente de los Estados Unidos Donald Trump. 

La participación de estos tres actores con mayoría musulmana en su población no fue casual. Mientras potencias europeas y miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU quedaron relegados a un segundo plano u omitidos en las negociaciones, dichas naciones musulmanes reflejaron su fuerza política a través de lo denominado por el exsecretario de Defensa estadounidense, Joseph Nye como Soft Power (poder blando). 

A continuación, AM te explica los motivos detrás de la selección de los mediadores en el cese de las hostilidades y los motivos que derivan en su apoyo. 

Cronología de los hechos

El plan fue presentado originalmente el 29 de septiembre por Donald Trump y respaldado por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.

Este, a su vez, fue respaldado por  los ministerios de Relaciones Exteriores de hasta ocho Estados con mayoría musulmana  (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Egipto, Turquía, Pakistán, Indonesia y Qatar) que publicaron un comunicado en conjunto apoyando el plan y reafirmando su compromiso a un acuerdo que garantice la entrega ilimitada de ayuda humanitaria, así como la retirada completa de Israel sobre la Franja de Gaza.

Sin embargo, Egipto, Qatar y Turquía destacaron como los principales mediadores debido a sus vínculos significativos con las partes involucradas, así como su proximidad geográfica al conflicto. 

Egipto como sede neutral 

Egipto, nación colindante a la Franja de Gaza, fungió como sede de las negociaciones diplomáticas entre las partes beligerantes y los mediadores internacionales. El presidente Abdelfatah al-Sisi encabezó las cumbres realizadas en la urbe cosmopolita conocida como la “Ciudad de la Paz”. 

Su elección como sede de las discusiones derivó en su apoyo a la causa palestina y su relativa cercanía con el Estado Israelí, lo que le permitió posicionarse como  territorio neutral para el diálogo. 

Durante la firma del acuerdo, más de 20 jefes de Estado o ministros de Exteriores de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y diversas naciones árabes, acudieron a territorio egipcio para ser partícipes del acuerdo.  

Qatar, mediador histórico 

Desde los ataques del 7 de octubre de 2023 por militantes de Hamás en territorio israelí, Qatar se ha consolidado como un mediador clave en el conflicto actual. Su participación ha sido decisiva en la llegada a acuerdos, tales como el de enero de 2025, cuando mediadores cataríes alcanzaron un alto el fuego momentáneo y la liberación de un porcentaje de los rehenes entre las dos partes. 

“El surgimiento de Qatar como mediador clave ha elevado su posición diplomática, transformándolo desde ser un actor regional marginal a convertirse en un actor fundamental para la escena mundial”, declaró al medio alemán Deutsche Welle, Buruc Ozcelik, investigador senior del Royal United Services Institute en enero de 2025.  

Esta no ha sido la única vez en la que se ha erigido como mediador relevante en conflictos internacionales, ya en 2012 durante la presidencia Barack Obama,  el gobierno norteamerciano solicitó a Doha acoger la política del grupo militante Hamás con el fin de hacer los acuerdos diplomáticos más accesibles y que el grupo terrorista  no recurriera a otras naciones musulmanas fuera del paraguas estadounidense. 

No obstante, la cercanía catarí hacía los movimientos islamistas también se concibe hacía lo occidental, Catar alberga la base militar Al-Uideid, la más grande de los Estado Unidos en el extranjero, con aproximadamente 10,000 soldados desplegados. 

Para Washington, Doha representa uno de sus más grandes aliados. En 2022, el expresidente  estadounindese Joe Biden nombró a Catar “aliado importante no miembro de la OTAN”,  influenciado por el apoyo en las negociaciones para la retirada de Estados Unidos de Afganistán. 

Más recientemente, la Casa Blanca anunció el 14 de mayo del presente año, que el presidente Donald Trump alcanzó un acuerdo de al menos 1.2 billones de dólares con Qatar, que incluye varios acuerdos comerciales importantes relacionados con la aviación y energía.

Turquía como donante humanitario

Turquía se posicionó como mediador relevante al convertirse en uno de los mayores donantes de ayuda humanitaria para Gaza. Ankara también ha participado como mediador en conflictos internacionales como las disputas entre Irán-Estados Unidos y Rusia-Ucrania.

Asimismo, al igual que Catar, Ankara cuenta con presencia de Hamás en su territorio. Musa Daud Muhammad Akari, alto funcionario del grupo terrorista, que según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos  a través de su residencia en Turquía “facilita el flujo de fondos hacia Gaza y Cisjordania para Hamás”.

El “Poder Blando” como estrategia

Según Joseph Nye, el poder es “la capacidad de influir en el comportamiento de otros para obtener los resultados deseados”. El Poder Blando busca influir, no mediante la coerción militar o económica, sino a través de la atracción, la legitimidad y los valores compartidos.

Egipto ejerce este poder al posicionarse como defensor de la causa palestina mientras mantiene diálogo con Israel; Qatar lo hace mediante su capacidad única de comunicarse con Hamás y Estados Unidos simultáneamente; mientras  Turquía lo logra a través de su participación en la ayuda humanitaria y sus múltiples mediaciones internacionales.

Además, sus vínculos culturales y religiosos permiten que naciones que en teoría cuentan con un menor peso geopolítico, participen de manera relevante y fundamental en la construcción de acuerdos y la resolución de conflictos.

Acuerdos dialogados en las negociaciones 

Según The New York Times, los mediadores decidieron aplazar deliberadamente las cuestiones más conflictivas, como el arsenal militar de Hamás, para lograr un acuerdo inicial.

Si hubiéramos optado por negociaciones completas, no habríamos llegado a estos resultados”, declaró el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, primer ministro de Qatar y principal mediador. 

El funcionario agregó que Hamás demostró disposición para el diálogo y está “realmente abierto a conversar sobre cómo garantizar que no supondrán una amenaza para Israel”.

El acuerdo del 13 de octubre busca representar el inicio de un proceso más amplio que concluya con el fin de las hostilidades

Los mediadores previamente descritos priorizaron detener la violencia inmediata antes de abordar las cuestiones estructurales del conflicto, una estrategia que busca finalizar unas negociaciones complejas derivadas de mediar entre enemigos históricos.

AAK

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