Purísima del Rincón, Guanajuato.- En los Pueblos del Rincón, el 2025 ha traído un aumento constante en los precios de la carne, especialmente la de res, situación que golpea tanto al bolsillo de los consumidores como a los comerciantes del ramo cárnico.
Daniel Aranda Collazo, carnicero originario de Purísima del Rincón, explicó que el precio de la carne de res ha subido hasta un 30% en lo que va del año, cuyo panorama parece no mejorar.
La res es la que más ha subido. A principios de año andaba en 65 o 68 pesos por kilo en pie. Hoy está entre 75 y 80 pesos. En mostrador, un kilo de bistec está en 230 pesos, cuando en enero lo vendíamos en 200”, comentó.
Entre las causas que han provocado esta escalada de precios, señala Daniel Aranda, se encuentran el cierre temporal de la frontera sur por temas sanitarios como el gusano barrenador, así como la deforestación de zonas de pastoreo, que han sido sustituidas por plantaciones de agave.
“Eso también afectó a la zona en la que vivimos, pues también afectó mucho. Porque no hay vientres, no hay pie de cría que regenere pues todo esto. Entonces viene a dar todo eso junto en la canasta básica y en el incremento de los precios”, aseguró.
Pero no solo la carne de res ha subido, aseguró que el pollo y el cerdo también han tenido incrementos y en el caso de este último detalló se encuentra en los 50 pesos de precio de pie, cuando a inicios del año estaba en 45.
“Eso en mostrador se refleja con subidas de 10 pesos o más por kilo, especialmente en cortes como pierna, costilla y lomo”, dijo.
A pesar del alza, Daniel comenta que para los comerciantes que ofrecen carne de buena calidad, la situación ha tenido un efecto positivo.
La gente ya no se deja engañar. Antes les daban carne de sobrepuerta (cerdo viejo) diciéndoles que era res. Hoy ya no lo aceptan, y mejor buscan carne que realmente lo valga. El cliente prefiere pagar un poco más, pero por algo que sí es de calidad”, reiteró.
En un mercado cada vez más sensible a los precios y a la calidad del producto, Daniel Aranda insiste en que el consumidor está cambiando: ahora exige claridad, honestidad y sabor, por lo que, mientras los costos siguen subiendo, el reto para los carniceros será seguir ofreciendo “el precio justo y la calidad”, como él mismo lo define.
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