El choque de un camión con un tren en Comonfort cobró la vida de Monserrat, joven terapeuta de 25 años, y de “Rojito”, trabajador municipal de 88 años, ambos despedidos con homenajes.. Foto: Staff AM.

Comonfort, Guanajuato.- La tragedia ocurrida en el municipio, tras el choque entre un camión de pasajeros y un ferrocarril, dejó historias que marcaron a las familias de las víctimas. Entre ellas, la de Monserrat Mendoza Mendoza, una joven terapeuta de 25 años que dedicaba su vida a ayudar a otros y que perdió la oportunidad de cumplir uno de sus mayores sueños: viajar a Cancún.

También falleció J. Cruz Hernández Nieves, conocido como “Rojo” o “Rojito”, trabajador de 88 años que seguía activo en el área de Servicios Municipales. Respetado por su labor en la limpieza y querido por los vecinos de Comonfort, aquella mañana tomó el autobús, en la comunidad de La Nopalera, con la intención de pasear, sin imaginar que sería su última salida.

La partida de Monserrat y de “Rojito” reflejó el dolor de dos historias distintas unidas por la misma tragedia: la de una joven con proyectos por cumplir y la de un adulto mayor muy querido por su comunidad. Ambos fueron despedidos con homenajes que evidenciaron el vacío que dejan en sus familias.

“Era muy trabajadora, muy valiente”

Monserrat Mendoza Mendoza trabajaba como terapeuta. Foto: Staff AM.

Monserrat Mendoza Mendoza será recordada por sus padres como una joven terapeuta que disfrutaba ayudar a las personas.

La joven, de 25 años, tenía todo listo para su viaje a Cancún en noviembre, pero su sueño fue truncado por el trágico accidente de un camión de pasajeros con un ferrocarril, el sábado. Su mamá le cumplió el último deseo: vestir el vestido que acababa de comprar para sus vacaciones.

Era una persona muy trabajadora, muy valiente. Ella era terapeuta; a sus pacientes los animaba. A una señora que tenía cáncer le decía que luchara por su vida, ella convivía con mucha gente. Trabajaba mucho. Me dijo que en una compañía se había ganado un viaje a Cancún y que en noviembre ya se iba a ir. Tenía sus vuelos, tenía su vestido. Hace tres días estaba muy emocionada porque le llegó su vestido. Me pidieron ropa (de la funeraria) y con ese vestido está. Dije que no se quede con las ganas de ponerse su vestido, ya no alcanzó a ir”, comentó la señora Gloria.

Según su madre, Monserrat trabajaba en Comonfort y también daba consultas en su domicilio. El día del accidente había tomado el camión para dirigirse a Comonfort y después transbordar a Celaya, donde acudiría a una consulta médica.

La señora Gloria nunca imaginó que su hija estaba entre las víctimas mortales del choque del camión con el tren.

Tenía una consulta en Celaya y siempre que se iba me dejaba un mensaje. A las 7:37 tenía ese mensaje, pero el camión llegó muy tarde. Me dijo que ya se iba a su cita; es que el día anterior me dijo que la quería cambiar a la siguiente semana y yo le dije que estaba bien. Pero luego me dijo que se había levantado y que se había ido”, relató.

Tras el accidente, los familiares de Monserrat llegaron al lugar del percance, pero al enterarse de que los heridos ya habían sido trasladados decidieron regresar a su casa. Horas más tarde, una de sus hermanas le notificó que Monserrat era una de las víctimas.

Monserrat Mendoza fue velada en su casa de la calle Emiliano Zapata, en la comunidad de Morales, donde familiares y amigos le dieron el último adiós.

‘Rojito’ salió a Comonfort a pasear

“Rojito” había ido a Comonfort a pasear. Foto: Staff AM.

J. Cruz Hernández Nieves, mejor conocido como “Rojo” o “Rojito”, fue despedido por familiares y amigos en su casa, en la comunidad de La Nopalera.

A sus 88 años, “Rojito” trabajaba en el área de Servicios Municipales del Ayuntamiento en la actual administración. Al momento del accidente, se dirigía a Comonfort para pasear.

Era muy conocido en Comonfort. Él trabajaba en labores de limpieza; aquí, en la casa, era serio y tranquilo, pero allá todo el mundo lo conocía”, comentó un familiar.

El fallecido había tomado el camión a la altura del puente de la comunidad de La Nopalera, sin imaginar que ya no tendría regreso.

Iba a pasearse a Comonfort. Nosotros nos enteramos por la gente de que había pasado algo con el tren, y cuando llegué lo pude identificar”, relató un familiar.

El ataúd con su cuerpo fue instalado en la entrada de su domicilio, donde familiares, amigos y conocidos llegaron para darle el último adiós.

El Gobierno Municipal de Comonfort lamentó la pérdida de J. Cruz, colaborador de Servicios Municipales.

AAK

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