Guanajuato.- En septiembre de 2024, el entonces gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo emitió un decreto con el que retiró al Estado la autopista Silao-Guanajuato y autorizó la construcción de la carretera Silao-San Miguel. Ambas quedaron en concesión del consorcio VISE-Rubau por 30 años.
A un año de esa decisión, la nueva carretera no ha iniciado obras, los documentos técnicos permanecen reservados y la concesionaria ya recibe ingresos de la autopista existente. El proceso concentra cuestionamientos sobre costos, plazos y beneficios.
Estas son cinco claves para comprender cómo se concretó la concesión y cuáles son sus principales implicaciones en Guanajuato.
1. El decretazo de última hora

El 24 de septiembre de 2024, horas antes de concluir su mandato, el entonces gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo emitió un decreto que retiró al Estado la autopista Silao-Guanajuato y autorizó la construcción de la carretera Silao-San Miguel. Ambas quedaron bajo concesión del consorcio VISE-Rubau por 30 años.
La autopista Silao-Guanajuato aportaba alrededor de 250 millones de pesos anuales a las finanzas estatales. Con el decreto, esos ingresos pasaron a la empresa privada. La medida se presentó como un esquema para evitar que el Estado asumiera el costo de la nueva carretera Silao-San Miguel.
La carretera proyectada tiene una longitud de 52.17 kilómetros, con dos carriles y acotamientos. El decreto establece que VISE-Rubau invertiría en total 6,091 millones de pesos, incluyendo construcción, modernización de la vía existente, permisos y gestión de créditos.
El marco legal permite al gobernador otorgar concesiones de infraestructura de manera directa. La Constitución local y la Ley de Concesiones de Servicios e Infraestructura Pública facultan esa decisión unilateral.
El decreto fue emitido sin que se difundieran públicamente los estudios técnicos y financieros que lo sustentaran. A la fecha, la información sobre esos documentos permanece reservada.
2. Retrasos y falta de información

La carretera Silao-San Miguel debía contar con el 100% del derecho de vía liberado en marzo de 2025. Un año después del decreto, el gobierno estatal reconoce que el proceso alcanza poco más del 90%, con pendientes en Guanajuato capital. Esto ha provocado un retraso de al menos seis meses.
Las obras de construcción aún no han iniciado. La Secretaría de Obra Pública informó que se gestiona con los municipios la liberación de terrenos, pero no ha hecho público el trazo definitivo ni los plazos actualizados para arrancar los trabajos.
En paralelo, desde diciembre de 2024 la empresa concesionaria recibe los ingresos de la autopista Silao-Guanajuato. El monto estimado es de 750 mil pesos diarios, es decir, más de 22 millones de pesos mensuales.
Las solicitudes ciudadanas para conocer el contrato de concesión y los estudios técnicos han sido respondidas con la declaración de “información reservada y confidencial”. Esto impide revisar de manera abierta los términos económicos y de ejecución de las obras.
Al cumplirse un año del decreto, el Estado carece de un proyecto ejecutivo publicado, de un trazo final confirmado y de fechas claras para el inicio de la carretera Silao-San Miguel.
3. Presupuesto inflado y sobrecostos

El presupuesto aprobado para la carretera Silao-San Miguel es de 5,402 millones de pesos, lo que equivale a 103 millones por kilómetro. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) estimó que el costo debía rondar los 49 millones por kilómetro más puentes, con un total cercano a 3,030 millones.
La diferencia entre el monto autorizado en Guanajuato y la estimación federal es de aproximadamente 1,320 millones de pesos, equivalente a un 30% de sobrecosto. La delegación estatal de la SICT confirmó que los valores del decreto exceden lo previsto en el tabulador oficial de costos carreteros.
El decreto también establece la construcción de 42 puentes vehiculares y seis peatonales. El costo promedio estimado de cada puente, según la SICT, es de 10 millones de pesos, lo que suma alrededor de 480 millones adicionales.
La comparación con el bulevar La Libertad muestra diferencias en costos y características. Esa obra tuvo un costo de 3,025 millones de pesos para 30.7 kilómetros con cuatro carriles, ciclovía e iluminación, con un costo aproximado de 100 millones por kilómetro.
La carretera Silao-San Miguel será de asfalto y dos carriles, pero con un costo por kilómetro superior. Los detalles técnicos que expliquen esta diferencia no se han hecho públicos.
4. Beneficios inmediatos a la concesionaria

Desde diciembre de 2024, VISE-Rubau administra la caseta de la autopista Silao-Guanajuato. El peaje aumentó a 38 pesos por vehículo, con ingresos diarios estimados en 750 mil pesos. Estos recursos fluyen a la concesionaria mientras la obra principal no se ha iniciado.
El decreto comprometió a la empresa a invertir 580 millones de pesos en la rehabilitación de la autopista Silao-Guanajuato. Se anunció la modernización de ocho casetas, renovación de asfalto, sustitución de barreras y señalización, pero no se han publicado los estudios técnicos que justifiquen esas intervenciones.
El esquema de concesión no contempló alternativas como financiamiento público o bursatilización de ingresos carreteros. La decisión fue entregar a la iniciativa privada el control de la vía y los recursos generados por ella.
En octubre de 2023, el mismo consorcio recibió también una prórroga de nueve años en la concesión del Libramiento Celaya. Con ello, la empresa aseguró su control sobre esa carretera hasta el año 2052.
Actualmente, VISE-Rubau concentra tres concesiones carreteras estratégicas en Guanajuato: la autopista Silao-Guanajuato, la proyectada Silao-San Miguel y el Libramiento Celaya.
5. Opacidad y cuestionamientos

El Consejo Consultivo de Concesiones avaló la entrega de las carreteras en tres sesiones celebradas en 2024. Estuvo integrado por cuatro secretarios de la administración saliente. Tres de ellos no han emitido comentarios públicos posteriores sobre el proceso.
El exsecretario de Finanzas, Héctor Salgado, declaró que existió un análisis técnico y que la decisión fue sustentada en números. Aunque reconoció que no fue consultado de manera directa sobre la entrega de la autopista Silao-Guanajuato.
Exfuncionarios y empresarios entrevistados han señalado inconsistencias en la forma en que se cedió la autopista. También han cuestionado la ausencia de esquemas de financiamiento público alternativos que hubieran permitido mantener el control estatal de los ingresos.
Las solicitudes de información realizadas por legisladores, alcaldes y ciudadanos han recibido la misma respuesta: los contratos y estudios técnicos permanecen reservados. Este argumento ha limitado la revisión externa del acuerdo.
La actual administración estatal ha informado que dará a conocer la información de manera “proactiva” en próximas fechas. Hasta ahora no ha publicado los contratos ni los documentos completos relacionados con las concesiones carreteras.
En este vínculo te ofrecemos todos los documentos sobre la concesión de la carretera Silao-San Miguel de Allende
*Contenido generado con inteligencia artificial
JB
