Con información de José T. Méndez, Eribaldo Gutiérrez y Juan Carlos Suárez
Guanajuato.- A diferencia de años anteriores, la temporada de lluvias ha dado un respiro al sistema agrícola del sureste guanajuatense. La presa Solís, en Acámbaro, uno de los principales cuerpos de agua de la región, registra un 60% de su capacidad, un panorama mucho más alentador que el del año pasado, cuando apenas alcanzaba el 40% en estas mismas fechas.
El aumento se debe, en gran parte, a las lluvias registradas en zonas altas del Estado de México y Michoacán. Estos escurrimientos han elevado la entrada de agua hasta los 25.8 metros cúbicos por segundo, mientras que las extracciones, destinadas a distintos distritos de riego, se mantienen en 15.1 metros cúbicos por segundo.
Alejandro Acevedo Jaime, presidente del Módulo de Riego de Acámbaro, comentó que el escenario actual genera cierta tranquilidad, especialmente tras varios años marcados por la incertidumbre hídrica.
Hemos tenido temporadas muy complicadas. Hoy el nivel de la presa no solo permite cerrar el ciclo primavera-verano, también nos abre la puerta a pensar en el otoño-invierno”, explicó.
Las extracciones destinadas a los campos acambarenses ya han finalizado, y ahora el agua fluye hacia otros distritos. La atención se centra en las siguientes semanas: si las lluvias continúan con el mismo ritmo, la presa podría acercarse a su capacidad máxima, un hecho poco común en años recientes.
El sector agrícola, particularmente el cultivo de maíz, podría ser el mayor beneficiado. “Lo importante es que haya estabilidad. Si las lluvias se mantienen, podemos hablar no solo de buenas cosechas, sino de una recuperación para nuestros productores”, finalizó.
Llega la esperanza a campesinos
Lo que hace dos semanas eran campos desérticos y desolados, con la lluvia se han transformado en áreas verdes donde ha comenzado a brotar la vida y la esperanza para miles de campesinos.
Emiliano Soto Martínez, es un agricultor de la comunidad de El Potrero, en León, que no ha perdido el tiempo y con la ayuda de una yunta de caballos se ha dado a la tarea de sembrar su pequeña parcela, donde ya brotaron las plantas de maíz.

“La tierra está muy húmeda y no ha dejado de llover, esto hace pensar que tendremos un buen año de cultivos básicos, por lo menos para el autoconsumo de la familia, ya que todo está muy caro”, dice Emiliano, que a sus 65 años toma con mucha fuerza el rústico arado que se hunde en la tierra morena.
Emiliano es uno de los cientos de campesinos que se han dado a la tarea de reactivar la vida en el campo.
“Ya por lo menos no tenemos que comprar pastura para los animales, ni tenemos que venderlos a precios bajos para que no mueran de hambre, como ocurrió hace un año”, señala el campesino.
El campo ha vuelto a vestirse de tonalidades verdes, y los pequeños bordos han comenzado a captar grandes volúmenes de agua, por lo que en las comunidades rurales han dejado de comprar pipas de agua, mismas que les vendían hasta en 1 mil 500 pesos.
Hay esperanza y mucha fe entre los campesinos de que este año será uno de los mejores en cuestión de lluvia.
En un recorrido por algunas comunidades rurales de León, como Duarte, La Laborcita y Lucio Blanco, se pudo observar el entusiasmo que hay entre la gente del campo, luego de meses de sequía.
Bordos casi al 70%
En Irapuato, los bordos se encuentran a una capacidad de entre el 60 a 70% gracias a las lluvias de los últimos días, informó Jorge Lizama Ibarra, director de Desarrollo Rural del municipio.

Resaltó que durante la administración de Lorena Alfaro se ha incrementado la construcción de bordos, pues se han gestionado 92.
“En el presente ejercicio se estarán realizando 38 bordos, tuvimos la visita por parte de la Secretaría del Campo, después viene el proceso de validación, en este proceso pudiesen quedarse en el camino alguno, pero en el caso de Irapuato los 38 bordos fueron viables, fueron autorizados, con una inversión de 2 millones de pesos”, dijo.
Expresó que, con ello, se beneficiará a productores de temporal y agregó que para la construcción de los bordos, el Gobierno del Estado, por medio de la Secretaría del Campo, ponen el 50% del costo, 30% por parte del municipio y el beneficiario un 20%.
En Purísima del Rincón no es lo mismo
Aunque algunas han sido torrenciales, las actuales lluvias que se han registrado sobre la región no han sido suficientes para que los cuerpos de agua y mantos acuíferos de Purísima del Rincón se recuperen óptimamente.
Así lo advirtió el director del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Purísima (Sapap), Francisco Javier Vázquez Gómez, quien señaló que a pesar del inicio de la temporada de lluvias, las presas de Purísima del Rincón no muestran una recuperación significativa en sus niveles.
El director explicó que el cambio climático y el constante consumo de agua subterránea impiden que los cuerpos de agua se restablezcan como en otros años, lo cual genera un panorama complicado para el municipio.

“El comportamiento y el cambio climático que se ha sucedido en estos, pues ha sido de forma radical ¿A qué me refiero con esto? Sí llueve, pero no llueve de la forma regular que debería de llover”, aseguró.
El funcionario explicó que las precipitaciones, aunque fuertes, ocurren en lapsos breves, lo que provoca escurrimientos en lugar de infiltración, por lo que lo ideal sería que llueva por largos periodos de tiempo para que pueda regenerar estos cuerpos de agua.
“Hemos tenido precipitaciones instantáneas de alto impacto, pero de corto tiempo. Esto es decir que lo que tendría que llover durante seis, siete horas, lo llueve en una hora, entonces el proceso es distinto, la absorción del agua es distinta”, añadió.
Entre los casos más notorios está la presa de Cañada de Negros, que tras haber sido desazolvada presenta ahora filtraciones que impiden su llenado superficial, pues el agua primero permea al subsuelo antes de permitir el almacenamiento en la superficie.
Además, mencionó que aunque el volumen de extracción de agua potable ha bajado ligeramente, de 5.3 a 5.1 millones de metros cúbicos anuales, esta reducción es insuficiente para revertir los efectos de la sequía prolongada que afecta la región desde hace al menos tres años.
Otro factor que complica la situación es el uso agrícola del agua. “Se sigue utilizando para el riego de sembradíos”, confirmó el titular del Sapap, lo cual mantiene una alta demanda sobre los mantos subterráneos, sin que haya una recuperación equivalente vía lluvia o recarga natural.
Finalmente, Vázquez Gómez indicó que el fenómeno está relacionado también con el cambio climático, particularmente con los cambios de temperatura en los océanos, los cuales afectan la formación y distribución de lluvias tropicales en el interior del país.
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