Cientos de personas acudieron al Panteón San Nicolás para celebrar el 10 de mayo. Foto: Gerardo García Cárdenas.

Con información de José Trinidad Méndez Valadez y Salma Hernández.

Guanajuato.- Acompañado de tres de sus cinco hijos, este Día de las Madres, Juan Ignacio Hernández Valdivia visitó en el Panteón San Nicolás a su esposa Saraí, quien falleció hace ocho meses

Para recordarla y no dejarla sola en este día que Juan Ignacio dijo sentir muy especial, él y sus hijos le llevaron flores, un globo, cerveza y cigarros, cosas que le gustaban mucho, compartió a AM. 

“Este es un día especial para mí y para mis hijos porque venimos a recordarla como era en vida y no dejarla sola este día. A ella le gustaba festejar el 10 de mayo haciendo una comida, comprábamos mucha cerveza y en la casa de su mamá festejábamos. 

Venir a visitarla aquí es un sentimiento muy grande, algo inexplicable y que a nadie le deseo en la vida. A veces todavía no asimilo que se fue, pienso que todavía está aquí con nosotros”, confesó Juan quien dijo que más tarde iría a casa de su mamá para también celebrar este día. 

“No está conmigo pero yo la traigo aquí” 

Hace ocho años que falleció la señora Julia, mamá de Juan Landín, quien este sábado acudió a visitarla al Panteón San Nicolás, le llevó flores y consideró que el Día de las Madres es diario, pues confesó que visita la tumba de su madre cualquier otro día. 

No nada más hay que visitarla hoy, sino siempre, y no solo recordarlas el 10 de mayo, hay que recordarlas todos los días. Hoy mi madre no está conmigo, pero yo la traigo aquí en el corazón y eso es lo más bonito que se puede sentir por alguien que ya partió”. 

“Tengo ahí la foto de ella, quien en vida siempre me ayudaba cuando tenía un problema. Todavía vengo y le pido que me cure cuando no estoy bien, porque ella me curaba, yo tenía problemas de alcoholismo”, contó. 

Finalmente, Juan aconsejó, a las personas que todavía tienen a su mamá, valorarla a diario, porque no hay una fecha especial para reconocer y celebrar a las mamás. 

Diario rezo por ella. Siempre que vengo me gusta arreglar su gaveta. A ella le gustaban los colores llamativos y por eso le traigo flores fosforescentes. Trato de cumplirle sus gustos, pero lo más bonito es que lo siento, sé que está contenta ahorita, eso siento yo”, expresó. 

“Fue buena suegra, en pocas palabras” 

Norma Guerrero, desde hace cinco años, visita cada 10 de mayo a su suegra, la señora Ana Elena, a quien recordó que el último regalo que le hizo del Día de las Madres fueron unas cremas, porque le gustaba mucho cuidarse. 

“Ya se volvió una costumbre venir a visitarla, pero sobre todo el 10 de mayo. Le trajimos dos ramos flores, nos quedamos aquí un buen rato y después nos vamos a celebrar el día con una comida en familia. 

La recuerdo como una persona muy alegre, fue buena suegra, en pocas palabras. Todos los años le regalaba algo el Día de las Madres; lo último que le regalé fueron unas cremas porque era lo que quería y le gustaban mucho”, contó. 

Norma, mamá de Kevin y Ariel expresó que ser mamá es lo más bonito que le ha pasado, “porque reflexionas mucho de la vida y yo le agradezco mucho a Dios que me haya mandado a mis hijos, porque desde que nacieron, mi vida cambió“, expresó. 

Este sábado, con motivo del Día de las Madres, el Panteón San Nicolás en León fue uno de los más concurridos, en los alrededores del mismo se observó la venta de flores, globos y otros detalles.

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También hubo festejos en Delta e Insurgentes

Llevan serenata a las madres fallecidas. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

Familias completas acudieron a los cementerios para recordar a las madres que ya gozan de la paz y vida eterna.

Con Misas de intenciones, oraciones, flores, y música, recuerdan a la “jefecita” que ya no está en este mundo material, pero que está en el corazón de cada uno de los integrantes de la familia.

El vocero de la Arquidiócesis de León, el Padre Marcos Cortés Muñiz, exhortó a la grey católica a celebrar a mamá, no sólo con festejos, sino también con oraciones.

Este 10 de mayo celebramos a mamá; para los que aún tienen el privilegio de tener a su madre, le pedimos que la feliciten, que la acompañen, porque el mejor regalo que se le puede dar a una madre es que su hijos estén bien. Hay que estar cerca de ella y visitarla; a mamá hay que celebrarla todos los días de tu vida; si ya está en el cielo, hagamos oración por ella que nos ha dado la vida”, señaló el Padre Marcos.

Recordó que la madre es un ser muy especial, a la que Dios le dio la bendición de la maternidad.

Muchas familias festejaron en los campos santos como un día de fiesta recordando a mamá.

Siempre le traemos mañanitas al panteón, como a ella le gustaba: con mariachi. Es una buena oportunidad para reunirnos toda la familia. Le rezamos, oramos por su eterno descanso, recordamos historias y anécdotas, pues mi madre sigue viva en cada uno de nosotros”, señaló Andrea Flores Estrada, madre.

En las capillas de los templos se ofrecieron Misas de Intención por las madres que ya gozaban de la gloria eterna. En algunas, la cuota era voluntaria para mencionar el nombre de la madre amada en la Misa; en otros, la cuota variaba de 100 pesos en adelante.

Los comerciantes de flores aprovecharon la festividad y el pequeño ramo que normalmente lo venden en 40 pesos, ahora costaba 100 pesos;  los ramos de rosas, a 20 pesos cada flor.

La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) también recordó a las madres de familia, señalando su presidente, Israel Sánchez Martínez, que aún hay muchos desafíos para las madres.

Sin embargo aún desafíos que permitan que su rol de madre se vea complementado por su desarrollo integral como profesionista, académica, científica, empresaria, gobernante, legisladora y que las condiciones de la sociedad se lo permitan, lejos de toda limitación por costumbres que lamentablemente aún falta por desarraigar de nuestro país y que violentan, no solo a la mujer sino a la propia estructura familiar y social”, añadió Israel.

En Celaya también acuden para recordar y celebrar

Con motivo de la celebración del Día de las Madres, cientos de celayenses acudieron al Panteón Municipal Norte para visitar, recordar y homenajear a la mujer ´que les dio la vida´.

Con flores, cantos y rezos, el Panteón Municipal Norte recibió a las familias, que desde muy temprano, se dieron cita para rendir homenaje a sus madres fallecidas. 

Eduardo Calderillo Ruíz, de 74 años de edad, contó que en su caso su madre falleció en el año 2014 y desde entonces, ha preferido recordar su ausencia como si se hubiera ido ´de vacaciones´ y pronto volverá a encontrarla cuando él parta de este mundo.

Eduardo Calderillo Ruíz. Foto: Salma Hernández.

Mi madre era una mujer muy sana, pero un día murió por un paro respiratorio y desde entonces la sigo recordando, como si se hubiera ido de vacaciones, unas vacaciones eternas, pero que para mí, todos los que se van de la familia, los recuerdo de esa manera. Prefiero recordarlos así y que al rato nos volveremos a ver”, dijo.

Teresa Ruíz Ortiz, como se llamaba su madre, procreó a 12 hijos; Eduardo es el onceavo de una familia en la que el pilar más grande hoy descansa en paz.

Perder al pilar más grande de la familia es difícil, pero todos tenemos nuestro fin, nuestro tiempo y hoy la recuerdo por ese amor incondicional”, agregó.

Para Eduardo, ir a visitar a su mamá el Día de las Madres se ha vuelto ya una tradición que realiza no solo este día, sino también acude a verla el día de su cumpleaños, el Día de Muertos y el día de su santo.

“Yo creo que, el mejor recuerdo que tengo de ella, es la vivencia de todos los días: desde que nací, hasta que ella partió, eso es lo más bonito de tener una mamá”, compartió.

En este Día de las Madres, el Panteón Municipal Norte preparó una serie de actividades que comenzó con una pequeña celebración eucarística en la capilla del panteón a cargo del Padre Jaime Daniel Melesio

Después, se cantaron las mañanitas en honor a todas las madres en su día por parte del coro de San Rafael de San Miguel Octopan; más tarde se realizó un homenaje por el cuentacuentos, Luis Messeguer; y finalmente, una reflexión por parte de la tanatóloga de grupo funerario San Rafael, María del Carmen Zárate.

Tanto el Panteón Municipal Norte como el Sur, ampliaron su horario de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche para que todas las familias pudiera visitar a su madre este 10 de mayo.

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En Irapuato no faltó el festejo

Irapuatenses acudieron al Panteón Municipal para festejar el Día de las Madres. Foto: Fernando Martínez.

Con flores, música, regalos, pero también alguna oración por las que ya no están. En el centro y Panteón Municipal de Irapuato, se festejó a las madres en este 10 de mayo, donde cualquier detalle fue bueno para no olvidar al ser que les dio la vida.

Yo sé que todo el año se debe querer a la madre, pero este 10 de mayo, pues es un extra; es cuando también, pues, lo tenemos como una fecha importante, por eso, los que tenemos aún a nuestra madre, pues la visitamos y la festejamos”, comentó el señor Rubén Hernández, quien salió temprano para comprar unas flores para su mamá y su esposa.

En México, según el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, la fecha elegida para el Día de las Madres, se estableció 1922, y se institucionalizó en mayo, porque era tradición que este mes se consagrara a la Virgen María. En aquella época, los pagos a los trabajadores se realizaban en las decenas.

Sea real la historia o no, lo cierto es que los irapuatenses salieron, desde temprana hora, ya sea para comprar, o recoger el regalo para su mamá, pero también otros para llevarla de manera sorpresiva a desayunar a algún restaurante de su gusto.

Uno ya pide que con que estén bien los hijos, con eso es suficiente, no tanto el regalo o venir a comer, sino que se acuerden de uno, y que todos tengamos salud”, indicó la señora Elena Fernández, quien junto a uno de sus hijos, acudieron a un restaurante de la zona centro para desayunar como parte del 10 de mayo.

Aunque para algunas personas, este Día de las Madres, no es para ir a comer con ellas, o darles un abrazo, porque algunas ya se han adelantado en el camino, y las visitas que sus hijos les hacen son con flores, pero a la tumba donde descansa.

Otro de los lugares donde las personas acudieron en este día, fue al Panteón Municipal, donde hombres y mujeres llevaron flores y visitaron la tumba de la persona que les dio la vida, y que, lamentablemente, partió de este mundo.

“Pues vengo a visitar a mi madre (al panteón municipal) ya desde hace 6 años que se nos fue, y se extraña, porque uno quisiera, en este día, darle un abrazo, pero bueno, aunque no está aquí con nosotros, pues uno no olvida a su madre, desde los regaños hasta todo lo que nos cuida”, comentó el señor Miguel Martínez.

De distintas formas, los irapuatenses, en este 10 de mayo, aprovechando que mucha gente no trabaja, o lo hacen solo medio día, salieron a festejar y felicitar a sus mamás, para recordarles el cariño que ella les ha impregnado a lo largo de su vida.

El amor estuvo presente en la Capital

Decenas de personas llegaron al Panteón de Santa Paula para conmemorar el Día de las Madres. Algunos con ramos y otros con todo y comida, pero no dejaron pasar desapercibido este día. 

Desde temprano, el camposanto comenzó a recibir a hijos, hijas y demás familiares, los rosarios resonaron por las tumbas y criptas, así como los pensamientos de quienes buscaban “conversar” con su madres. 

Vengo a visitar a mi mamá y a una de mis hijas, que falleció hace 11 meses. Mi mamá ya tiene 15 años fallecida. Pero sigue presente, el 28 de abril fue su cumpleaños, ahí venimos y estuvimos todo el día, comimos y así, también el Día de Muertos”, mencionó Lorenza Castillo Álvarez.

Algunos las actualizaban de los acontecimientos más importantes, otros recordaron momentos de júbilo de cuando estaban en vida y algunos más pidieron perdón por cosas del pasado o no aprovechar el tiempo juntos. 

Como fuese, el amor a la madre estuvo presente en Santa Paula. Rosa María Méndez Ortega, llegó en compañía de sus hijos y como cada año desde hace 28 años, rezaron un rosario por el descanso eterno de su madre Beatriz Ortega, luego dejaron una ofrenda floral y partieron a su casa  para el festejo en familia. 

“Antes que todo venimos, aquí a visitar a mi mamá y luego ya nos vamos todos a la casa. De mis hermanos solo quedo yo, fuimos tres, dos hombres y yo. Así que vengo por su recuerdo. Tratamos de venir todos los años en el Día de las Madres y luego en el Día de Muertos, pero ahí nos reunimos más y convivimos”, dijo Rosa María Méndez Ortega

Además de los rosarios y ofrendas florales, en el panteón hubo quienes llevaron música, comida y bebida para pasar un rato en la tumba de sus mamás.

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AAK

 

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