León, Guanajuato. – Facilitar la trazabilidad en la producción de vino fue el punto de partida para que empresas productoras de vino en Guanajuato colaboraran en una investigación que concluyó en una etiqueta inteligente y una app.

El investigador responsable del proyecto, Marco Bianchetti, detalló que el trabajo se realizó en colaboración con la Universidad de Guanajuato y el Consejo Nacional de Investigaciones de Italia (CNR).

Explicó que realizaron un análisis fisicoquímico y óptico, involucrando técnicas de inteligencia artificial.

Estos viñedos necesitan una evaluación de calidad para los vinos producidos, lo que implica pruebas exigentes con diversos equipos para medir diferentes parámetros”, indicó.

Para el trabajo era primordial desarrollar pruebas basadas en sensores de fibra óptica, capaces de medir múltiples parámetros a la vez, sin necesidad de disolventes o materiales plásticos desechables, que tienen un impacto negativo en el medio ambiente.

La integración de fibras ópticas con nanomateriales añade nuevas posibilidades al desarrollo de sensores, incluyendo sensibilidad a químicos que un solo sensor no podría detectar, mayor sensibilidad y selectividad.

Para los productores de vino, esta es una oportunidad de tener acceso a técnicas de caracterización no estándar y explorar su potencial aplicación en el área enológica”, sostuvo.

Se desarrollaron sensores de fibra óptica, fisicoquímicos y plasmónicos para la caracterización de muestras de uva, mosto (jugo dulce y aromático de la uva recién prensada) y vino, así como un sistema de caracterización entrenado con inteligencia artificial.

Esto puede llevar a una caracterización más rápida y económica de las muestras, con una mejor correlación entre los resultados de laboratorio y las pruebas sensoriales del vino.

El investigador señaló que se pueden identificar las características más importantes para que un vino sea calificado como bueno.

La idea era poder decir a los productores cuáles son los pasos más importantes a los que tenían que prestar atención dentro de la línea de producción”, explicó.

El proyecto se denominó: “Correlación de las propiedades fisicoquímicas y sensoriales con la respuesta de sensores de fibra óptica nanofuncionalizados en vinos producidos en Guanajuato” y tuvo una duración de dos años.

En el trabajo participaron María Susana Ávila García, Roberto Rojas Laguna, María Elena Sosa Morales y Stefano Toffanin del CNR de Bolonia, Italia, además de Juan Carlos Avilés Díaz.

María Susana Ávila García detalló que se capacitó a personas para que pudieran identificar la calidad del vino, reconociendo diferentes características.

Explicó que, adicionalmente, la recolección de muestras permitió desarrollar una aplicación en la que se almacenó información de los análisis fisicoquímicos, dando seguimiento a todo el proceso.

Nos encargamos de desarrollar aplicaciones móviles para la recolección de datos”, indicó. Al estar en el laboratorio, las personas que realizaban los análisis podían registrar los resultados en las aplicaciones.

La app puede servir como herramienta para quienes están en esta industria y respaldar decisiones con datos. Puede ser utilizada para cualquier producto.

“Esa es una extensión fabulosa que podríamos tener en este proyecto, que pudiera ser utilizada por la SDAYR” (Secretaría del Campo de Guanajuato), añadió.

Con la información es posible conocer aspectos clave de la línea de producción, lo que permite caracterizar los productos y obtener datos de trazabilidad usando etiquetas inteligentes.

Nos pudiera apoyar para conocer la trazabilidad desde el punto en que se recoge la uva hasta el punto en que llega al consumidor”, dijo.

Tener esos puntos de trazabilidad a lo largo de todo el proceso permite incluso conocer datos comerciales: ¿Dónde se vende? ¿Qué tipo de productos? ¿Quiénes son nuestros consumidores? Información útil para las firmas vinícolas, concluyó Ávila García.

SM 

 

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