León, Gto.- Los asistentes a la obra de teatro “Sueños y Burbujas”, presentada en el Espacio Escénico Cultural Colaborativo dentro del Festival Tercera Llamada, Teatro para Ti 2025, realizaron un viaje en tren de ida y vuelta por la vida de un payaso. Entre carcajadas, sorpresas y ocurrencias, la historia conmovió de principio a fin.
El payaso Lorka, interpretado por Saúl Eleazar Ortega Torreblanca, ofreció durante casi una hora un espectáculo lleno de movimiento, mímica y emoción. Con su cuerpo y expresiones faciales mostró el mundo del clown: una historia contada con humor, pero con un mensaje profundo sobre la dualidad del ser humano, la vida detrás de la nariz roja.
El viaje de Lorka
Ortega Torreblanca apareció en escena con un overol, gorra y dos maletas: una grande y otra pequeña. De ellas, por arte de magia, surgieron comida, libros, flores y hasta una llave de agua que escondía un refresco. Los pequeños, entusiasmados, gritaron: “¡Es una Coca-Cola!”.

Del baúl más grande emergieron una fotografía, un saco, una bufanda y un sombrero Tardán, símbolos de los recuerdos familiares y el encuentro con su padre: “Quien lo acaricia, lo mima, le seca las lágrimas y le deja un mensaje: La vida debe continuar”.
Antes de ese momento, Lorka demuestra sentimientos hacia una mujer a la que anhela conocer sin máscaras y, al lograrlo, le entrega su corazón —en forma de globo— latiendo a mil. Más adelante, aparece un niño, o quizá un pato, que representa a su “hijo”.
Lorka lo acoge con cariño, aunque debe pasar pruebas, como una divertida escena en la que se embarra la mano de “popó”, provocando risas y gestos de asco entre los pequeños espectadores.
El clown y su mundo
La obra inicia con Lorka llegando en un tren. A través de la mímica, recrea sin palabras las condiciones del viaje: el frío, el viento y las inclemencias del tiempo.

Simboliza “La Bestia de acero” con el ruido de sus pies, un silbido y burbujas que envuelven al público en una atmósfera mágica, como si se tratara de un verdadero andén ferroviario.
En otro sketch, muestra su llegada a casa: toca la puerta, se asoma por la ventana y, tras varios intentos, recuerda que trae las llaves en el pantalón. Entre enredos y gestos, lucha por meter las maletas por una puerta invisible, doblando su cuerpo y jugando con los límites del espacio. Cada movimiento, preciso y flexible, desata risas espontáneas entre chicos y grandes.
El espectáculo es un juego de absurdos y un homenaje al gran payaso ruso Licidei Slava Polunin, conocido por su poética visión del clown moderno.
La dirección de la obra está a cargo de Lina Noemí Ortega, con producción de Hangar Arte Bajío. El diseño de atrezzos fue realizado por Jessica Liliana Ortega. El espectáculo cuenta con un escenario austero pero suficiente para estimular la imaginación, con iluminación precisa y música de Scott Joplin, Petit Fire de la Cume y Van Hellis.
Para el público valió la pena asistir a la obra de teatro “Sueños y Burbujas”, que se presentó en Guillermo Prieto 320 A, arriba de la emblemática Casa Aguirre, en el tradicional barrio de San Juan de Dios, León, Guanajuato.

DMG
