León, Gto.- Las muertes violentas en León se incrementaron durante la época revolucionaria, particularmente con la presencia de Pascual Orozco y la toma de la ciudad por Francisco Villa. Las haciendas fueron escenario de cruentos combates entre 1912 y 1915, mientras que en el periodo de 1895 a 1910 los decesos eran mínimos y la principal causa de muerte fueron las enfermedades.
Así lo expusieron Marcela Martínez Rodríguez en su ponencia “No vale nada la vida” y Ana Rosalía Aguilera Núñez con su conferencia “Muertes violentas y súbitas en contexto de guerra en León”.
El evento se desarrolló el fin de semana en el Archivo Histórico Municipal de León, con la participación de su director Rodolfo Herrera Pérez, quien dio la bienvenida y clausuró el Congreso Nacional de Muertes Violentas y Súbitas 2025. El maestro de ceremonias fue Pedro González Guerrero y en la mesa de discusión participó Amor Mildred Escalante, quien abordó el tema “Muertes súbitas en la inundación en Guanajuato”.

León antes de la Revolución
Marcela Martínez ofreció primero una semblanza de la ciudad en 1895: el distrito estaba dividido en haciendas y ranchos, con actividades económicas basadas en agricultura, ganadería y artesanía textil. El cuero y el calzado se desarrollarían más tarde.
En ese año, León tenía cerca de 89 mil habitantes (49% hombres y 51% mujeres), según documentos del Archivo Histórico Municipal.
La ponente destacó que la falta de obras de saneamiento provocaba numerosas muertes por diarreas, enfermedades gastrointestinales y pulmonía. También se reportaban decesos por riñas: 65 entre hombres y 16 entre mujeres. “Englobé violentas y súbitas”, aclaró.
Violencia revolucionaria
Rosalía Aguilera abordó el periodo 1912-1917, en el que las muertes violentas alcanzaron su punto más alto. Coincidió en que León estaba conformado por el casco urbano y los barrios de El Coecillo y San Miguel, rodeados de haciendas y ranchos que se convirtieron en escenario de enfrentamientos entre obregonistas y villistas.
En 1911 el villismo ingresó pacíficamente a la ciudad con Cándido Navarro, pero en agosto de 1914 la situación se agravó cuando Pascual Orozco y José Pérez Castro tomaron la plaza de León, provocando saqueos, robos y destrucción.

En mayo de 1915 llegó Francisco Villa tras ser derrotado por Obregón en Celaya. León se convirtió en “gran almacén de recursos militares” y las batallas decisivas se libraron en La Estación de La Trinidad y Santa Ana del Conde.
Las cifras de 1912 a 1917 registran 14 ejecutados y 213 lesionados. El año más violento fue 1915, con 143 heridos, en su mayoría soldados y civiles.
Entre los delitos más comunes estaban la ebriedad, robos a casas y comercios, venta ilegal de pulque, riñas, prostitución, homicidios, juegos de azar y vandalismo.
Muertes súbitas
Las defunciones accidentales también eran frecuentes: 71 por picadura de alacrán, 45 por ahogamiento, 29 por quemaduras, además de casos por machacamiento, golpes, accidentes y seis por descarga eléctrica.
Un dato curioso rescatado por Aguilera: los borrachos que no podían sostenerse en pie eran trasladados en carretillas, de las cuales el municipio contaba con dos, aunque solo una funcionaba.
DMG
