El taller “La voz del viento” trabajó en conjunto con varios artistas guanajuatenses, quienes buscaron aportar su granito de arena impulsando a los participantes en sus expresiones poéticas.
La dinámica consistió en realizar ‘poemas para llevar’, frase que fue el eslogan del taller, y para hacerlo posible, en un soporte de papel tamaño tabloide, los participantes pudieron darse una vuelta para buscar algún poema a su gusto, crearlo o hasta escribir una canción.

Una vez listo el poema, se terminó de adornar con los materiales que ahí se proporcionaban, desde plumones, pinturas, esponjas y lettering, todo esto para que la imaginación volara.
Al terminar sus obras de arte, los asistentes podían llevarse un pedacito de la Fenal 36 a sus hogares, los trabajos más destacados fueron donados con el propósito de engalanar un muro decorativo a manera de reconocimiento.

Este llamativo lugar de trabajo, ubicado en el área de parteluces, tuvo dos horarios de servicio, matutino y vespertino, llegando a atender en un día a 100 familias, a veces dependiendo de la afluencia se optaba por hacer una fila.
Además se contó con la dinámica de la “Bicicleta móvil de poemas para llevar”, que en conjunto con “La voz del viento”, tenía la dinámica de regalar los poemas que realizaba el artista invitado Bec Ponce, promocionando el taller.
