Salud federal advierte que hay retraso de dos meses en la recepción de vacunas de BCG contra la tuberculosis, la cual se aplica a recién nacidos. Foto: Gobierno de Puebla

Con información de El País y de la OMS

Ciudad de México.- El Secretario de Salud, David Kershenobich, informó que hay retraso de dos meses en la recepción de vacunas de BCG contra la tuberculosis, la cual se aplica a recién nacidos.

Durante la mañanera de la Presidenta Claudia Sheinbaum, el funcionario aseguró que los niños no están en riesgo, pues la vacuna se puede aplicar desde que nacen hasta los 4 años.

“La vacuna BCG se debe de aplicar al momento de que nace una criatura. Tiene sin embargo un plazo de hasta cuatro años donde se puede aplicar”, explicó.

El principal proveedor de vacunas de BCG cambió su instalación en la producción de vacunas de BCG y esto ha afectado no nada más a México, a otros países, a Australia, a China, a otros países, y se ha retrasado dos meses”.

El Secretario dijo que el problema fue que la empresa productora de la India cambió de planta.

“Cambió de ubicación en la India en donde la planta productora cambió de planta productora de BCG y precisamente por la gran necesidad que ha habido de vacuna de BCG, que es la vacuna para proteger contra tuberculosis a los niños, el contacto se hace en etapas posteriores. Por eso se puede vacunar de cero a cuatro años”, agregó.

Kershenobich dijo que Cofepris ya tiene vacunas pero que el nuevo registro sanitario tarda alrededor de cuatro semanas.

“Nosotros ya tenemos 3 millones 400 mil vacunas de BCG actualmente en Cofepris para que puedan ser liberadas. Al cambiar de sitio de producción cambió el registro sanitario”, reportó.

“Ese registro sanitario tarda alrededor de cuatro semanas y estarán disponibles 3 millones 400 mil vacunas que nos alcanzan para dos años de vacunación de los niños”.

“No están en riesgo los niños porque se pueden vacunar de cero a cuatro años”, sostuvo.

“El tiempo oficial es de cuatro semanas, nosotros estamos tratando de que se libere más pronto. Esto está sucediendo en varios países y espero que la tengamos lista en cuatro semanas”.

La enfermedad infecciosa más letal del planeta

España está a pocos pasos de comercializar una nueva y más efectiva vacuna contra la tuberculosis, la enfermedad infecciosa más letal del planeta que mata más de un millón de personas cada año, según la Organización Mundial de la Salud.

La investigación, que comenzó hace 25 años Carlos Martín, microbiólogo y catedrático de la Universidad de Zaragoza, culminará en 2028 con los resultados que arrojarán los ensayos clínicos en bebés y adultos. Si estos últimos estudios ratifican la eficacia de la vacuna MTBVAC, se abrirá la puerta a todos los trámites administrativos y legales para negociar y autorizar los acuerdos de licencia para que otros laboratorios en países con alta carga de tuberculosis puedan producirla y distribuirla.

Esteban Rodríguez, CEO de Biofabri, la biofarmacéutica española que ha adelantado el desarrollo industrial y clínico en los últimos 17 años, confía en que la comercialización de la vacuna sea posible en 2029. 

¿Qué es la tuberculosis?

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por el bacilo tuberculoso, una bacteria que suele afectar a los pulmones. Se transmite por el aire cuando una persona enferma tose, estornuda o escupe.

La tuberculosis se puede prevenir y curar.

Según las estimaciones, alrededor de una cuarta parte de la población mundial se ha infectado por el bacilo tuberculoso y entre el 5% y el 10% de estas personas acaba presentando síntomas y enfermando.

Las personas infectadas que no han enfermado no transmiten la enfermedad. La tuberculosis suele tratarse con antibióticos y puede ser mortal si no se trata.

En algunos países se administra a los bebés y los niños pequeños la vacuna antituberculosa BCG (bacilo de Calmette-Guérin), que previene la muerte por tuberculosis y protege a los niños de las formas graves de esta enfermedad.

Hay afecciones que pueden aumentar el riesgo de contraer la tuberculosis:

  • La diabetes (que se caracteriza por un exceso de azúcar en la sangre).
  • Un sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, debido a la infección por el VIH o el sida).
  • La malnutrición.
  • El consumo de tabaco.
  • El consumo nocivo de alcohol.

Síntomas

Las personas con infección tuberculosa no presentan síntomas ni pueden transmitir el bacilo, y solo una proporción enferma y presenta síntomas. Los bebés y los niños corren más riesgo de enfermar.

Los bacilos tuberculosos se pueden multiplicar en el organismo y afectar a varios órganos, momento en el que se considera que la persona tiene tuberculosis. Los síntomas pueden ser leves durante muchos meses, lo cual facilita la transmisión inadvertida a otras personas. Además, algunas personas con tuberculosis no presentan síntomas.

Los síntomas habituales de la tuberculosis son:

  • Tos prolongada (a veces con sangre).
  • Dolor en el pecho.
  • Astenia.
  • Cansancio.
  • Pérdida de peso.
  • Fiebre.
  • Sudores nocturnos.

Los síntomas dependen de la parte del cuerpo afectada. Aunque la tuberculosis suele afectar a los pulmones, también pueden verse afectados los riñones, el cerebro, la columna vertebral y la piel.

Prevención

Para ayudar a prevenir la infección tuberculosa y su propagación, siga estos pasos:

Busque atención médica si presenta síntomas como tos prolongada, fiebre y una pérdida de peso de causa desconocida, ya que el tratamiento precoz de la tuberculosis puede ayudar a detener su propagación y a aumentar la probabilidad de recuperación.

Hágase la prueba de la infección tuberculosa si se encuentra en una situación de mayor riesgo, por ejemplo, si tiene infección por el VIH o está en contacto en el hogar o en el lugar de trabajo con personas con tuberculosis.

Complete el tratamiento preventivo de la tuberculosis tal y como se lo haya prescrito el médico, ya que evita que la infección evolucione y cause síntomas.

Si tiene tuberculosis, adopte prácticas de higiene al toser: evite el contacto con otras personas, use mascarilla, cúbrase boca y nariz al toser y estornudar, y deshágase adecuadamente del esputo y los pañuelos usados.

Hay medidas específicas, como el uso de mascarillas y respiradores, que son importantes para reducir la infección en los establecimientos de atención de salud y de otro tipo.

JRL 

 

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