En un recorrido por el parque cultural hidalguense,se constató la invasión de espacios exclusivos para personas con discapacidad por parte de vehículos que no portaban placas o distintivos oficiales.

 

Además, se observaron motocicletas estacionadas en cajones destinados para automóviles ¿acaso no hay estacionamiento para motocicletas? 

 

La situación evidencia una falta de respeto hacia los reglamentos de movilidad e inclusión, así como una ausencia de vigilancia en una de las zonas recreativas más concurridas del estado

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