En el periodo vacacional, las calles de Guerrero registran una notoria disminución en la actividad comercial, lo que ha derivado en numerosos lugares de estacionamiento disponibles, situación poco común en esta zona céntrica.
De acuerdo con comerciantes del área, la baja afluencia de personas ha impactado directamente en las ventas. Una mujer que labora en una zapatería explicó que, aunque los días de vacaciones son de poca venta, se aprovechan para realizar inventarios y dar mantenimiento a la mercancía.
“Ahorita casi no se vende, pero nos sirve para limpiar el calzado y tener todo listo. Ya que regresan a clases, vendemos más que una tortillería a la hora de la comida”, comentó.
La calle de Guerrero es reconocida por su intensa actividad comercial y flujo vehicular, por lo que el cambio es evidente. Durante este periodo, las vialidades lucen más libres, el movimiento peatonal ha disminuido considerablemente y estacionarse resulta más fácil.
