Comunidades de Epazoyucan, Singuilucan y Zempoala se manifestaron esta mañana en la explanada del Reloj Monumental en Pachuca, debido a que piden la cancelación de la instalación de un parque fotovoltaico de más de 400 hectáreas sobre tierras de cultivo, aseguran que afecta el ecosistema del Altiplano hidalguense y la amenaza directa a su sustento basado en la producción de maguey.
En protesta, integrantes de al menos seis colectivos entre ellos El Maguey y la casa de todos, La Burra Blanca y la Asociación Hidalguense Ambiental, se manifestaron en defensa del territorio y de su forma de vida ancestral como tlachiqueros, actividad que convierte el aguamiel en pulque y lo distribuye a Ciudad de México, Estado de México, Quintana Roo e incluso en forma de destilados exportados a Europa.
“Podrán llevarse el destilado a Francia, pero si no hay maguey, no hay aguamiel, no hay pulque, no hay historia, no hay tradición, no hay cultura”, expresó Briza Fernanda Flores, vocera del colectivo El Maguey y la casa de todos.
DENUNCIAN SIMULACIÓN Y FALTA DE INFORMACIÓN
Las y los manifestantes señalaron que empresas como Baiwa (alemana) y K-Energy (estadounidense) pretenden imponer este proyecto en las comunidades de Jalapilla, Escobillas y Santa Mónica, a través de contratos de arrendamiento por hasta 30 años en parcelas ejidales, con cláusulas que permiten renovar por otros 30 años, sin heredar derechos a los sucesores originales.
Están desplazando al ecosistema. En Tlaxcala, ya ocurrió: instalaron 800 hectáreas de celdas solares y la gente vive hoy sin lluvia, sin maguey, sin nopal. No queremos lo mismo para Hidalgo”.
Acusaron además que los estudios de impacto ambiental presentados por las empresas son engañosos, al declarar las zonas como áridas, cuando en realidad son áreas de recarga de mantos acuíferos que abastecen a la región Cuautitlán-Pachuca.
EXIGEN FRENAR PERMISOS DE CAMBIO DE USO DE SUELO
Las y los activistas exigieron al gobierno estatal y a los municipios involucrados que se frene la autorización de cambios de uso de suelo en zonas agrícolas y maguayeras.
Afirmaron que la devastación provocada por estos megaproyectos no solo afectará a productores locales, sino a toda la biodiversidad, incluyendo especies protegidas como el murciélago polinizador del maguey.
Indicaron que, hasta el momento, no han recibido respuesta a la carta entregada personalmente al gobernador Julio Menchaca Salazar hace dos años durante un evento en el Senado de la República.
“Queremos información, transparencia y que se acerquen a las comunidades antes de autorizar proyectos que nos pueden arrebatar todo”, señalaron.
Finalmente, hicieron un llamado a la sociedad para visitar la zona y constatar que no se trata de tierras improductivas, sino de un ecosistema vivo que sostiene una cadena cultural, económica y ambiental en riesgo de desaparecer.
