Quienes acuden al Refugio Invernal de Pachuca están haciendo una pausa en su historia de sufrimiento, abandono y enfermedad.
El 90 por ciento de las personas que acuden son varones, la mayoría en situación de calle y sin hogar.
No es raro que un importante porcentaje presente cuadros ansiosos, depresivos y problemas de adicción, según reporta la doctora Marlene Sandoval Pérez, encargada del servicio médico.
SE CIERRA PRONTO
En una entrevista para AM Hidalgo, expresó que los usuarios reciben diariamente una evaluación médica y que este proceso durará únicamente del 13 de diciembre al 28 de febrero, cuando termine la temporada de frío y se cierre el albergue.
La doctora dice que también se han detectado trastornos alimenticios y de nutrición, ya que no tienen una dieta ni buena, ni de calidad, ni con regularidad.

POBREZA Y ENFERMEDAD
También llegan a presentar enfermedades crónicas como diabetes mellitus, hipertensión, infecciones en vías urinarias o respiratorias y padecimientos diarreicos.
En una ocasión, se atendió a una persona con esquizofrenia, comentó la doctora.
VIVIR EN LA CALLE
Son multifactoriales las causas por las que algunas personas se encuentran en situación de calle, pueden ser por abandono de las familias, desempleo o crisis económica.
Pero en esta etapa invernal reciben apoyo médico, psicológico, emocional, compañía y, además, alimentos dos veces al día, ducha caliente y seguridad, explicó a su vez Indira Licett Piña Becerra, encargada del refugio.
En el albergue no hay televisión, pero los usuarios tienen viernes de cine, sesiones de yoga, meditación y otras actividades lúdicas.
Pueden llegar desde las 18:30 de la tarde para recibir la merienda, tener compañía y recibir atención médica.
CABEN 30 PERSONAS
No es muy abundante la afluencia, pues en promedio se reciben de 5 a 14 personas, cuando la capacidad es de 30.
Se trata de un lugar digno, con espacios amplios y mucho respeto, afirmó Piña Becerra.
BUENOS FINALES
También hay historias alegres, como la de un joven que llegó en situación de calle, recibió albergue y ya egresó con un empleo.
Otra historia es la de una chica que estaba extraviada y logró reunirse con sus familiares tras llegar al refugio.
Una madre que arribó con un niño pequeño se llevó la sorpresa de que ahí llegaron regalos de Santa Claus.
Los juguetes están ahí para el niño que quizás no conocía la Navidad.
Además es alentador que las personas, asociaciones y colectivos han hecho aportaciones y donaciones generosas para ayudar a los residentes del albergue temporal, mencionó.
Cada persona carga con su propia historia.
SIN RUMBO FIJO
A partir de marzo, continuarán con su vida diaria fuera de ese refugio que se ubica en la calle Amapola en la colonia Santa Julia de Pachuca.
Algunas de ellas esperarán en las calles y caminarán sin rumbo fijo.
Otras probablemente encuentren una mejor forma de vida.
De cualquier forma, en diciembre podrían volver al albergue provisional que patrocina la alcaldía de Pachuca.
