Para que estos invasores no conviertan tu hogar en el de ellos, es necesario limpiar muy bien todas las áreas de la casa, tener un manejo adecuado de los desechos, sellar las grietas de las paredes y limpiar los desagües.
Para mantener alejadas a las cucarachas, hay que tomar medidas con los papeles y la grasa. Lo anterior porque estas se refugian en los papeles y se alimentan de la grasa, la cual es tan común en las cocinas. Por tal razón, hay que mantener muy limpios la estufa, las superficies y los pisos. Además, es aconsejable ventilar el espacio, ya que los ambientes cerrados propician la reproducción de este animal.
Si el objetivo es contrarrestar el “ataque” de los roedores, es fundamental tener un manejo adecuado de los desechos. Es básico evitar dejar trapos o papeles tirados, pues los ratones buscan abrigo en estos productos.
A las hormigas les encantan los restos de alimentos, por eso no hay que comer en las habitaciones. Sellar las grietas y limpiar las ventanas con cloro (mezclado en partes iguales con agua) contribuye a que estos insectos se queden fuera de la casa. Este procedimiento se puede realizar una vez a la semana.
En el caso de los mosquitos y los zancudos, la mejor prevención es eliminar los criaderos, es decir, el agua estancada.
Si el problema con cualquiera de estos “bichos” está focalizado, es posible resolverlo, incluso, con productos comprados en los supermercados. Sin embargo, cuando la presencia de estos animales se sale de las manos, es mejor contratar a profesionales en control de plagas. Toma en cuenta que las fumigaciones se pueden realizar unas dos veces al año.
