Testimonios de fe y sanación que les ha permitido llevar un vida feliz y próspera se dieron en la tribuna del Grupo “Jóvenes volver a empezar” de Tulancingo, durante la celebración de 29 años atendiendo gratuitamente a docenas de hombres de todas las edades con problemas de alcoholismo y drogadicción.
Fue en el centro de atención 24 horas, ubicado en la colonia Vicente Guerrero, que se adornó para la ocasión, donde internos, familiares y rehabilitados, provenientes de distinto puntos de Hidalgo y de otros estados se reunieron, primero en una junta testimonial.
Algunos vestidos de traje, orgullosos de ahora ser servidores que luchan por dejar la enfermedad, estos últimos, vestidos con playera roja y pantalón negro, con voz fuerte al unísono saludaron a los padrinos y asistentes, que hablaron de su recuperación y la nueva vida que llevan y felicitaron al grupo por la labor.

Antes se leyó la Carta Magna de AA, se habló del espacio como una casa de vida, donde se han salvado muchos seres humanos, trabajando el programa, venciendo la enfermedad que no sólo mata al que consume, sino también a la familia.
“Sí se puede, es una cuestión personal, que se acepte”, se repitió una y otra vez; se dio a conocer cómo funciona el sistema de mesa de servidores y padrinos, quienes retribuyen lo hecho a ellos, con trabajo presencial o como donatarios, a fin de seguir sin cobrar a nadie que les solicite estar con los originales “Jóvenes volver a empezar”.
En este lugar se deja de sufrir, porque la labor es grupal y se trabaja con las emociones, con nuestra fe, agradeciendo a Dios, a quienes siempre nos acompañan y nos dan fortaleza”.
Después de la junta, todos pasaron a la mesa para compartir un delicioso mole hecho por los mismos internos; risas, convivencia y hasta un pastel, festejando la búsqueda de una vida sin drogas.
