No sólo se trata de pedir, es más agradecer, así lo percibe Gabriel Macías, quien en su bicicleta hizo un recorrido, portando una mochila y dentro la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles a manera de tributo en una historia de fe.
Originario de Tulancingo sonriente, en calma, dice que desde 1968: “Viví en esta calle (Echávarri donde se encuentra en santuario de la virgen) en este mi hermoso municipio”.
Portando una playera de edición especial con el nombre de la Santa Patrona de la Arquidiócesis de Tulancingo, su equipo completo, rodando a su compañera de peregrinación: “hice un recorrido ofrecido a la virgencita por mis hijos y las personas que amo”.
Gabriel salió de Tulancingo a las 7:30 horas, subió por la colonia Jardines del Sur, para salir a la comunidad de Los Romeros, hasta llegar a Las Lajas y de regreso para postrase ante la imagen que está en el santuario que domina el centro de esta localidad; la rodada fue en solitario como un acto de fe personal.
“Es una ofrenda desde el fondo de mi corazón” habla quien tiene como oficio ser tornero como autodidacta y quien tras de pedalear por casi 5 horas su rostro apenas muestra cansancio y se nota más al agradecimiento a la madrecita celestial.
