La destrucción de la biznaga de chilitos en el Valle de Tulancingo se puede considerar como un ecocidio, debido a que ese cactus originario de nuestro país está en peligro de extinción.
Este cactus conocido científicamente como Mammillaria roseoalba que da frutos de color rojo parecidos a los chiles pero que en realidad son agridulces, abundaban en la región hasta hace unas décadas, entre los cerros de Huapalcalco y planicies que colindan con municipios como los de Acatlán, donde también se dan, en la colonia El paraíso.
La mancha urbana ha sido el motivo de su desaparición ya que los constructores de casas y calles los arrancaron de raíz o los aplastaron.

El más reciente caso lo reportaron los habitantes de la colonia Napateco de Tulancingo, en la entrada de lado izquierdo en la parte baja se conservaba una superficie de por lo menos 500 metros cuadrados llena de biznagas incluso floreciendo, en sorprendentes formaciones pegadas hasta 10 en una especie de ramillete, que podrían considerarse centearios.
De la noche a la mañana llegó maquinaria y sin más removió la tierra para dar paso a un camino y la construcción de inmuebles dejando desechos los cactus.

Algunos, los menos, fueron recuperados por los colonos y plantados en macetas y pisos para conservarlos.
La situación es que las direcciones de Medio Ambiente, Ecología del municipio de Tulancingo y Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, le han dado poca importancia a este ecocidio.
