El futbol mexicano está de luto. Este sábado se confirmó el fallecimiento de Manuel Lapuente Díaz a los 81 años de edad, una de las figuras más emblemáticas y ganadoras del banquillo nacional.
El estratega poblano, recordado por su liderazgo carismático y exigente, deja tras de sí un legado imborrable: fue el arquitecto de la selección mexicana más gloriosa de la era moderna, aquella que conquistó la Copa FIFA Confederaciones 1999, el título más importante en la historia del Tri mayor.
El Tri más querido y competitivo
Entre 1997 y 2000, Lapuente dirigió a una de las selecciones más queridas por los aficionados, un equipo sólido, disciplinado y lleno de talento que marcó a toda una generación.
Durante ese periodo, México no solo clasificó y compitió con honor en el Mundial de Francia 1998, sino que también alcanzó la cima del futbol mundial con dos títulos internacionales: la Copa Oro 1998 y la Copa Confederaciones 1999.
Sin embargo, el camino de “Manolo” hacia la gloria no fue sencillo. En su primer ciclo con la Selección, en 1991, vivió un duro tropiezo en la Copa Oro, al caer 2-0 ante Estados Unidos en Semifinales, una derrota dolorosa que marcó su salida y dejó una espina clavada. Esa deuda, años después, sería saldada con creces.
Segunda oportunidad: la redención del 98

Lapuente regresó al banquillo del Tri en noviembre de 1997, en un momento turbulento para la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
Tomó las riendas tras el cese de Bora Milutinovic, quien había logrado la clasificación al Mundial de Francia 1998, y con apenas seis meses de preparación, fue elegido por su carácter firme y su mentalidad ganadora.
Su primera recompensa llegó rápido: la Copa Oro 1998, celebrada en febrero de ese año, donde México venció 1-0 a Estados Unidos en la Final, cobrando revancha y recuperando la supremacía regional. Ese título fue el impulso anímico de un grupo que pronto haría historia.
Francia 98: orgullo y carácter tricolor
En el Mundial de Francia 1998, la selección de Lapuente mostró una entrega y orden táctico admirables.
El Tri venció a Corea del Sur, empató con Bélgica y logró una remontada épica ante los Países Bajos para avanzar a Octavos de Final.
Ahí, el equipo cayó 2-1 ante Alemania, pero dejó una imagen de respeto y competitividad. Fue apenas la segunda vez que México superaba la Fase de Grupos fuera de casa, estableciendo una racha que continuaría por siete Copas del Mundo consecutivas.
Rumbo a la gloria mundial: Confederaciones 1999

En julio de 1999, México compitió en la Copa América de Paraguay, donde consiguió el tercer lugar tras caer en Semifinales ante Brasil.
Ese torneo fue el preludio del mayor logro en la historia del futbol mexicano: la Copa Confederaciones 1999.
El 4 de agosto de 1999, el Estadio Azteca fue testigo de una noche épica. México, dirigido por Lapuente, enfrentó a la poderosa Brasil de Ronaldinho y Dida en la Final.
Con goles de Miguel Zepeda (2), Manuel Abundis y Cuauhtémoc Blanco, el Tri venció 4-3 y se coronó campeón del mundo, logrando el único título oficial de la FIFA en la historia del futbol mexicano.
Aquel equipo, integrado por figuras como Claudio Suárez, Jorge Campos, Germán Villa, Rafael Márquez, Luis Hernández y Cuauhtémoc Blanco, fue bautizado como “La Generación de Lapuente”, símbolo del orgullo y el talento nacional.
Más allá de los títulos: el maestro del banquillo

Más que un técnico ganador, Manuel Lapuente fue un formador de mentalidades. Su estilo directo, su disciplina férrea y su capacidad para motivar a sus jugadores lo convirtieron en una figura respetada dentro y fuera de la cancha.
En cada equipo que dirigió —Puebla, Necaxa, América, Cruz Azul, Tigres y Atlante— dejó una huella de profesionalismo, estructura táctica y liderazgo humano.
Recordado por aquella final entre Puebla y León
A principios de la década de los noventa, como entrenador, Manolo Lapuente disputó una de sus finales más intensas al frente de la ‘Franja’ de Puebla que cayó en aquel capitulo frente al León de Víctor Manuel Vucetich.

Con aquel conjunto poblano, considerado uno de los que mejor futbol plasmaba en las canchas, venía de tener un gran paso al ser campeón en la 82-83, 89-90 así como campeón de campeones también en la 89-90.
Descanse en paz.
