Barristas del Everton de Viña del Mar, equipo de Grupo Pachuca, provocaron la suspensión del partido entre su club y la Universidad Católica por invadir la cancha e increpar a los jugadores por sumar su derrota número 11 del año con un marcador de 3-0.
Las acciones se suscitaron al 95’, tras un choque de cabezas entre el delantero Zampedri y el arquero González, jugador de la Católica y el Everton, respectivamente.
De acuerdo al reporte del medio La Tercera, cerca de 60 barristas ingresaron a la cancha para reclamar a los jugadores una nueva derrota, la cual agudiza la crisis del club en la campaña 2025.
Siguiendo con la información del mismo portal, algunos guardias fueron agredidos y tuvieron que ingresar los llamados carabineros. Las fuerzas policiales pudieron repeler los ataques y terminaron por dispersar a los fanáticos.
Así, el juez central se vio obligado a terminar el juego de manera definitiva a pocos segundos de terminar la compensación, y los jugadores, así como también el cuerpo arbitral, se pudieron retirar sin daños a los vestuarios.
Se espera que en las próximas horas el circuito de una postura oficial sobre el acontecimiento, que puede dejar vetado al Everton para sus últimos dos juegos como local.
Everton en crisis
Everton de Viña del Mar es un equipo que compite en la Primera División de Chile y es propiedad del Grupo Pachuca, el conglomerado mexicano que preside Jesús Martínez Patiño, también dueño del Real Oviedo de España, y de León y Pachuca de México.
En la actualidad, el club chileno marcha doceavo de la tabla general con 22 puntos y, al momento, está relativamente lejos de la zona de descenso.
Sin embargo, la diferencia con Unión Española, penúltimo lugar de la general, es de solo una unidad, por lo que el fantasma del descenso está rodando con peligrosidad.
Esto abona al mal momento que vive el club con GP, que inició de muy mala manera la temporada al ser el responsable de la eliminación del Everton en la ronda preliminar de la Copa Sudamericana.
