El equipo Diamante de Celaya compite en el Festival Masters de voleibol 2025 en León.. Israel Martínez

Finalizaron los juegos de calificación en el Festival Masters de voleibol 2025. Cerca de 850 equipos de toda la república juegan en el Poliforum León y la explanada de la Feria con la esperanza de ser los monarcas en las 10 categorías que conforman el torneo. El principal motivador: el amor por el deporte.

Tal es el caso de Rosa María Malagón Medina, parte del conjunto Diamante Plus Celaya, en la categoría diamante femenil de 61-65 años. Desde joven ha jugado en torneos locales en la ciudad cajetera. La visita a León para disputar el Festival es una excusa para pasarla bien y disfrutar del deporte, tanto al jugar como al ver los partidos de la Selección Mexicana Sub-23 en la Copa Panamericana Femenil.

“Hemos estado muy bien. Hemos jugado dos partidos, uno perdido y otro empatado, pero tratamos de divertirnos. Ahorita, como está la Copa Panamericana, hemos disfrutado de juegos maravillosos con la Selección Mexicana”, comenta sonriente.

Además, para María el volei significa más que solo una pasión que despertó desde temprana edad. En el deporte también encuentra vigencia y salud, lo que la mantiene activa a sus 68 años.

“Agradecemos a Dios por la bendición de poder seguir jugando a esta edad. Yo tengo 68 años y me encanta poder seguir jugando voleibol. Me he podido mantener moviéndome y disfrutando de la vida sin ningún problema”.

823 km de viaje en busca de la victoria

Jessica Zamarripa, de Oaxaca, forma parte de Espartanas en la categoría Golden Femenil. Es un equipo con tradición dentro de la competición, pues varios de sus miembros han participado en ediciones anteriores. Sin embargo, para Jessica es especial, ya que es la primera vez que acude a un Masters.

“Es la primera vez que vengo, ya que entré por primera vez a la categoría. La verdad, es impresionante la cantidad de equipos, jugadores y la infraestructura que compone al evento. Es bastante emocionante ver a tantas personas jugando y está muy bien el nivel”.

Espartanas viajaron desde Oaxaca.

Como muchos equipos foráneos, su medio de transporte fue un camión que los movilizó los 823 km entre ambas ciudades. El poco espacio para dejar el autobús, junto con la alta demanda hotelera en la ciudad, orilló al equipo a hospedarse en Silao para reducir gastos de viaje.

“No pudimos rentar habitaciones en un hotel, optamos por rentar casas mediante una aplicación, pero ya no encontramos una opción aquí cerca que nos saliera barato. Entonces encontramos un lugar en Silao y dijimos: bueno, es venir una vez al día. Aun cuando tenemos dos partidos, nos quedamos aquí esperando, disfrutando de otros encuentros”.

Pese a las complicaciones de movilidad, Jessica se muestra optimista respecto a los resultados que puedan obtener Espartanas durante el Masters. De la mano de jugadoras con experiencia, han conseguido dos victorias en dos juegos, en espera dedisputar la segunda ronda de los juegos de calificación.

El amor por el voleibol une

Las historias que relatan los participantes del Masters abarcan sentimientos amplios. En él hay emoción, alegría, pasión e incluso amor. Tal es el caso de la pareja de esposos Gerardo Giménez y Rebeca Mercado, ambos procedentes de Veracruz, pero con representativos distintos. Gerardo participa con Poza Rica en la categoría Senior Plus, mientras que Rebeca lo hace con Xalapa en la categoría Golden.

Un amor unido por el voleibol. A pesar de que ambos ya conocían y practicaban el deporte antes de conocerse, fue esa pasión por el balón un punto clave para conectar y formar una pareja de 36 años.

“Fue parte clave para conectar, el poder formar una familia y ahora estar en armonía por el mismo deporte”.

León les ha dejado una buena impresión. La seguridad de las instalaciones de la Feria y la cercanía entre competencias les da un valor agregado.

“Es la segunda vez que venimos a León y nos ha parecido muy bien por la seguridad que nos brinda. Anteriormente, tránsitos y policía nos decían que estábamos limitados hasta cierta área y seguros. Es un gusto venir. Luego escucho a compañeros decir: otra vez el mismo lugar, pero ellos no ven la magnitud de la seguridad que se presenta aquí y, sobre todo, la cercanía. En otros lugares estamos todos regados; en mi caso, mi esposa también juega y su cancha luego está en otra parte de la ciudad. Aquí estamos perfectos”.

Gerardo Giménez y Rebeca Mercado.

Pese a la seguridad dentro de las instalaciones, reconocen que el problema de estacionamiento ha sido una de las grandes dificultades en esta edición del festival.

“Gracias a Dios, donde nos hospedamos tiene su propio espacio de estacionamiento. Pero ya me ha tocado ver cómo compañeros dejan su carro en el estacionamiento y al rato ya tienen un vidrio roto. Es lastimoso porque a veces no tenemos conciencia como usuarios. Vamos a ir a un lugar, dejamos el vehículo ahí, tienes placas de otro lugar… déjalo ahí, pero es más seguro andar así”.

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