Shohei Ohtani en su primer juego como lanzador de los Dodgers de Los Ángeles. Agencia AP.

Shohei Ohtani es el beisbolista más grande de todos los tiempos. Y no, no es una mentira ni una exageración: es toda una realidad. 

El lunes, en el inicio de la serie contra los Padres de San Diego, el más grande rival de los Dodgers de Los Ángeles en los últimos tiempos, Ohtani hizo su regreso como jugador de dos posiciones con una entrada completa como lanzador. 

Después de 22 meses, el japonés volvió a pisar un montículo de Grandes Ligas y lo hizo como solo él lo sabe hacer: incontrolable e intenso. Aunque permitió dos hits y recibió una carrera, su recta alcanzó las 100 millas por hora y tuvo 13 pitcheos sobre las 98 MPH

Su lanzamiento ‘madre’ en esta salida fue el Sweeper, el cual lanzó en 10 ocasiones con una velocidad promedio de 86 MPH. En segundo término, con apenas un pitcheo menos, se encuentra la recta de cuatro costuras, que alcanzó un promedio de 99 MPH

Al final, el Sinker se establece como su tercer lanzamiento más utilizado en su primera apertura con ocho lanzamientos y una velocidad promedio de 97 MPH. Por último y como  parte de un arma que puede desarrollar en el futuro, lanzó solo una vez el Split Finger con una velocidad de 91 MPH

Esto, simplemente, presagia lo mejor. Límite es una palabra que no existe en el vocablo de Ohtani. ¿Por qué? Porque simple y sencillamente es único en su especie. 

No hay, no existe y no existirá alguien más grande que él. Tan solo la campaña pasada, esa donde los Dodgers ganaron la Serie Mundial, Shohei vivió algo atípico, pues jamás se había enfocado en una sola posición. ¿Qué hizo? Fundó el club 50/50 con 50 jonrones y 50 estafas

De verdad, ¿ya medimos la magnitud de lo que está haciendo el japonés? Yo creo que no, porque lo que está haciendo y está a punto de hacer, es algo nunca antes visto en el beisbol. 

Tan solo en su preparación, todo se ajusta acorde al escenario que está a punto de enfrentar. En el bateo, a diferencia del año pasado, sus números bajaron un poco: .300 con 25 jonrones y 43 remolcadas en 283 turnos. Aún así, en determinado momento de la campaña, le alcanzó para liderar toda la MLB en vuelacercas. 

Sin embargo, con todo y un ajuste considerable en su manera de batear, responde cuando se necesita. El domingo 15 de junio, en el cierre ante San Francisco, tuvo tarde perfecta de 3-3 con dos anotadas y un pasaporte. 

Un día después, el lunes 16 de junio, cuando por fin regresó a lanzar, se fue de 4-2 con un doble, dos remolcadas, un pasaporte y dos ponches. Esto ayudó, en demasía, al triunfo de 6-3 contra los siempre complicados Padres de San Diego.

Prepárense para lo mejor

Si alguien pone en duda el rendimiento de Ohtani como lanzador, está muy equivocado. Sus números como lanzador en los Angelinos de Anaheim hablan por sí solos. 

En 86 aperturas, tuvo un récord de 38-19 y una efectividad de 3.02 con 608 ponches en 482.2 entradas de labor. Por si fuera poco, la oposición apenas le bateó para .200

Su mejor año, sin duda alguna, fue el 2022. Allí explotó el fenómeno Ohtani con 15 victorias, nueve derrotas y efectividad de 2.33. En adición, sumó 219 abanicados en 166 innings y en 22 de sus 28 salidas recibió menos de dos carreras. 

Por último, otra electrizante estadística. 47 de sus 86 son salidas de calidad, lo cual arroja un 54.65%

Así que sí, no duden nunca de Ohtani. Él, una máquina para jugar al beisbol, será recordado como el mejor de todos los tiempos en dos o tres décadas más. Por ello, antes de que sea tarde, abróchense los cinturones y prepárense para gozar de una historia nunca antes vista. 

Sin siquiera jugar, Shohei está en boca de todos. ¿Lo mejor? Disfruta la presión que ronda en su entorno porque, ajá, se preparó, como en todos sus aspectos en la vida, para lidiar con tanta crítica. 

Es Ohtani… y nada más

-El Dugout del Gabo. 

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