La tres veces medallista olímpica en la disciplina de Tae Kwon Do, María del Rosario Espinoza estuvo de visita en León, en donde fue invitada de honor durante la realización del Foro Mujer en Armonía que organizó la Comisión Estatal del Deporte de Guanajuato.
En una charla enfocada principalmente a las mujeres y deportistas la leyenda del TKD mexicano recordó muchos de sus más importantes momentos que la llevaron a triunfar en el deporte internacional.
Me siento muy contenta de esta oportunidad que me dio el deporte de representar a México de tener la gran oportunidad de ganar tres medallas olímpicas para todo México, algo que me motiva es este relevo de generación que se ha dado desde Sídney hasta la fecha con tantas mujeres que hemos sido parte de esta historia”, dijo.
El deporte la catapultó, señaló: “Tuve muchos aprendizajes, como deportista, como persona, como mujer y a pesar de que había muchos obstáculos desde venir de una comunidad rural, no tener la infraestructura, no tener la parte económica, siempre lo hice con ese amor y con ese gusto de representar a México y afortunadamente pudimos llegar lejos”

Siempre fue un aprendizaje constante
Al venir desde abajo y luchar por sus sueños resaltó en diversas ocasiones que el aprendizaje fue una constante:
Cuando estuve en la selección nacional y tuve la oportunidad de representar a México yo recuerdo que seguía aprendiendo de que no me podía quedar con la derrota ni con la victoria, tenía un plan y había que seguirlo, era seguir compitiendo”
Así mismo, vivió un proceso de maduración gracias al deporte: “Como mujer creo que fui madurando diferente a como iba madurando como atleta, claro que había impedimentos pero lo que yo quería era alcanzar lo que estuviera en mi mente y creo que esa es la parte del mensaje que como deportista o como mujer podemos alcanzar todo lo que nosotros queramos”

Finalmente señaló: “Por supuesto que una mujer puede estar en el COI, una mujer puede dirigir los organismos más importantes del deporte o estar como entrenadora o como árbitro, creo que como lo he escuchado es el tiempo de la mujer”.
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