Triunfando, así es como Mariana Narváez finalizó su trayectoria deportiva en los Juegos Nacionales Conade, de los que se despidió este 2022 con la medalla de oro que le permitió mantener su título de campeona nacional en los últimos siete años.

Nacida en 2004, la joven guanajuatense de 18 años se acercó a esta disciplina cuando apenas tenía seis, edad a la que inició una historia dorada que la ha llenado de títulos más allá de la justa nacional que actualmente se está llevando a cabo.

Narváez conoció el squash cuando apenas tenía seis años | Foto: Cortesía

Ganadora del Premio Municipal del Deporte en 2016 y galardonada por la Asociación de Squash de Estados Unidos, Narváez ha sido parte importante de la delegación de Guanajuato que participa cada año en los ahora llamados Juegos Nacionales, pues acudió a su primera edición cuando tenía siete años.

Las medallas llegaron de inmediato y a éstas se sumó una más el lunes pasado, pues en la final de la categoría individual que se llevó a cabo en Guadalajara, la deportista “guanajua” se quedó con la presea dorada.

Ésta, importante señalar, no es la primera de este metal, pues a lo largo de su trayectoria deportiva Mariana ha ganado más o menos 10 preseas doradas desde que cumplió 10 años, la gran mayoría en la categoría individual pero también en equipos.

La joven estudia en Estados Unidos desde 2019 | Foto: Cortesía

Este detalle llama mucho la atención pero no eclipsa el récord de imbatibilidad que presume desde 2015, año en el que ganó la primera medalla de oro de siete que ha obtenido en la categoría individual y de manera consecutiva.

“Estoy muy orgullosa de todos sus logros y consciente del gran impacto que el deporte ha tenido en mi hija. Desde muy chica ha puesto todo su esfuerzo y con mucho apoyo de todos. Hoy ya es una jovencita con un futuro prometedor y con proyección internacional”, señaló Diana Dardón, madre de Mariana.

La atleta es la menor de tres hermanos y también está buscando su camino en el deporte, razón por la que decidió estudiar en Estados Unidos, en la Westover School ubicada en Middlebury, Connecticut, con la intención de continuar no sólo con sus estudios sino también con el squash.

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