Sin importar si sucedió durante un partido de futbol, el jugador William Ribeiro enfrenta cargos criminales luego de que este fin de semana, en la jornada 12 del Campeonato Gaucho en Brasil, le propinara al árbitro del encuentro una artera patada en la cabeza.

La Serie A2 del futbol brasileño, la Segunda División, acaparó reflectores el fin de semana luego de lo sucedido en el partido protagonizado por el Sport Club Sao Paulo y el Guaraní de Venancio Aries, en el que Ribeiro atacó al árbitro Rodrigo Crivellaro.

El motivo de la agresión no está claro, aunque en redes sociales circula el video en el que se observa la patada de Ribeiro, ésta en los primeros 15 minutos del segundo tiempo y cuando el Guaraní ya ganaba 1-0.

En el clip se puede observar que Crivellaro cayó al césped y ya ahí, Ribeiro lo pateó en la parte trasera de la cabeza. Los jugadores se acercaron a la zona de la cancha donde estaban ambos personajes así como los médicos presentes.

La ambulancia ingresó a la cancha de inmediato y trasladó al árbitro del partido, ya inconsciente, al hospital más cercano, de donde ya fue dado de alta este lunes y, afortunadamente, sin secuelas por la agresión.

De acuerdo con la Federación Gaucha de Futbol, el Tribunal de Justicia Deportiva analizará los hechos y determinará la sanción a Ribeiro, quien fue detenido luego de la agresión y después de que el partido se suspendiera.

Es importante mencionar que a través de su cuenta de Twitter, el Sport Club Sao Paulo, donde hasta este fin de semana jugaba este futbolista, rescindió el contrato de Ribeiro y acatará todas las medidas legales que se indiquen.

Ribeiro cuando fue detenido por las autoridades que se encontraban en el estadio | Foto: Twitter

Los cargos que se han registrado en relación con Ribeiro no son de agresión sino de tentativa de homicidio. De acuerdo con Radio Terra, medio de comunicación brasileño, el jugador se practicará un examen y pasará los siguientes días en la cárcel. Cabe mencionar que aunque no es oficial, se dice que podría pasar hasta 20 años tras las rejas.

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