Había sido reportado como desaparecido, se hablaba incluso de un secuestro, de un “levantón”, por eso los reflectores se volvieron incrédulos hacia el mundo deportivo cuando el exguardameta de Rayados de Monterrey, Omar “Gato” Ortiz, fue presentado como integrante de una banda de secuestradores en Nuevo León.
7 de enero de 2012.
Han pasado más de nueve años desde aquel día en el que la Agencia Federal de Investigación (AFI) presentó a Ortiz con un chaleco naranja, muy diferente a los uniformes deportivos con los que acostumbraba salir en televisión, pues era acusado de ser parte de la banda que perpetró el secuestro de Armando Gómez, esposo de la cantante Gloria Trevi.

La libertad del “Gato” terminó justo en ese momento aunque, no hay que olvidar, su carrera como guardameta se había cortado de tajo mucho antes, esto debido a la sanción por dopaje que lo inhabilitó para jugar tanto en México como en duelos de la Conmebol durante poco más de dos años.
FIGURA EN LA LIGA MX
Aunque su detención y posterior condena es lo que más se recuerda de Ortiz en los últimos años, a un lado también se encuentra su carrera deportiva, misma que si bien inició en Rayados de Monterrey en 2002, brilló cuando defendió la camiseta de los Jaguares de Chiapas (2004 a 2007).

Con tatuajes en sus brazos y un porte y mirada penetrante, el “Gato” se convirtió en una de las figuras del futbol mexicano bajo los tres palos, no obstante, su carrera vino a menos cuando dejó al cuadro chiapaneco.
En 2010 se dio a conocer que el otrora guardameta de Jaguares había sido suspendido por haber dado positivo a dos sustancias prohibidas (esteroides anabólicos), este resultado lo inhabilitó para jugar futbol y su vida personal entró en un túnel sin salida.
DETENIDO
Dos años después de la sanción que impidió jugar al balompié, cuando el castigo estaba por terminar, la AFI presentó a Ortiz como parte de una banda de secuestradores que entre otros delitos, era acusada por planear y perpetrar el secuestro de Armando Gómez.
El exarquero había sido reportado como desaparecido por su familia días antes de que se diera a conocer la noticia de su detención, aunque después fue presentado como uno de los secuestradores.
“Me interceptan y yo no sabía quiénes eran aunque venían armados, no tenían identificación, estaban vestidos de civil y uno se imagina lo peor (…) Mi familia presentó una denuncia de desaparición, salió en las noticias que me “levantó” un comando armado y luego me presentaron como secuestrador”, recordó el arquero en las entrevistas que le realizaron cuando esperaba su sentencia en la cárcel.
Se dice que el secuestro exprés no estaba dirigido a Gómez sino a la Trevi. No obstante, la cantante no acudió a la cena en la que estaba su esposo pues tenía un concierto ese mismo día, lo que puso a Gómez en el ojo del huracán y también al exportero, envuelto en una situación de la que ya era imposible escapar.
SE ACERCA A DIOS
Luego de estar detenido desde 2012, Ortiz conoció su sentencia en 2019, misma que se extendió a 75 años de cárcel pues fue declarado culpable de tres secuestros. Ahora, ya como interno del penal de Cadereyta, el “Gato” se refugia en su religión, misma que se afianzó cuando fue golpeado y herido de gravedad en un motín que involucró a varios internos.
“Si a alguien ofendí, si a alguien lastimé, le pido perdón de corazón, de manera sincera ante Dios, yo me siento libre, yo ya pedí perdón y se me ha quitado esa culpa que sentí por todo lo que ha generado mi vida”, señaló en una entrevista que realizó Telediario Monterrey.
De 45 años y con una imagen muy diferente a la que se veía bajo la portería, Omar Ortiz pasa sus días en la lavandería del módulo 5 de Cadereyta, donde convive con más o menos 350 internos y de donde dice saldrá un día, no importa que su sentencia diga lo contrario.
“Yo un día 27 me voy a ir. Mucha gente me dice ‘estás loco’. Me dieron 75 años de sentencia pero yo sé que tengo un gran abogado: Jesucristo. Él me ha dicho que me va sacar, y yo le creo”.
