En su nueva faceta como director técnico de la Sociedad Deportiva Huesca en el futbol español de la Segunda División, Ignacio Ambriz aceptó que existen algunas barreras para lograr llevar a jugadores mexicanos.

Desde las instalaciones del Alcoraz, estadio del Huesca, Ambriz habló en una rueda de prensa girada específicamente para los medios de comunicación en México en donde señaló:

No es de ahora, muchas veces Hugo Sánchez ha dicho que el mexicano tiene que salir pero los precios no son nada baratos, nosotros en su momento buscábamos al “Cabrito” Arellano pero el precio era muy caro para llevarlo a Osasuna, es algo que sigue pasando”.

Otra de las razones por la que se complica llevar a jugadores mexicanos a Europa y en específico a España es que el futbol mexicano prácticamente pasa desapercibido por aquellos lugares:

Voy a ser muy cruel, no nos ven, saben poco de nosotros, no es una liga donde ven los partidos cada ocho días. Desde que vine me tenía que desvelar de dos a seis de la mañana para ver los juegos, Javier (Aguirre) lo ha declarado, no somos vistos y tenemos un problema de horario, normalmente cuando jugamos España está dormida”.

Fotografía: Huesca.

A pesar de las dificultades, aceptó sentirse interesado por llevar en algún momento al jugador mexicano a su equipo, pero hasta ahora no se tiene contemplado:

He tenido dos reuniones, por el momento no se ha buscado ningún refuerzo mexicano, se está hablando con los refuerzos necesito definir bien que jugador mexicano podría llevarme, tengo a dos en mente, pero no es nada fácil y no te los ponen a precios accesibles, tengo que ver quien pueda venir y se adapte al futbol europeo de la segunda división”.

Finalmente señaló que mucho de lo aprendido como segundo al mando junto con Javier Aguirre es lo que buscará poner en práctica en su primera aventura como estratega en el futbol ibérico.

“La experiencia que adquirí como el segundo de Javier (Aguirre) fue bastante, hoy llegar de “míster” como dicen por acá es saber que tengo una buena oportunidad apoyada en los diez años que tengo de ser entrenador, me ha dado la experiencia como para saber que no me tiemblan las piernas, que le entro al toro y no pasa nada”, concluyó.

 

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