A los 40 años, Javier Gandolfi le puso fin a una extensa carrera de 22 años que tuvo una particularidad: haber jugado apenas en cinco clubes, algo poco común en la actualidad. Ídolo y campeón en Xolos de Tijuana, recordó su paso por el elenco fronterizo e hizo una comparación llamativa: “Jugando era como un pitbull, creo que la afición me quería por eso”.
¿Qué balance hacés de tu carrera?
Me siento agradecido con la vida y con el fútbol que me dio la chance de hacer lo que amé y eso sin lugar a dudas es algo muy positivo. La verdad, disfruté el día a día durante 22 años.
¿Te quedó algo pendiente?
Sinceramente, no. Me voy lleno porque el fútbol me entregó todo. Y, a su vez, me voy vacío porque le di todo dentro y fuera de la cancha. Pero me quedo más con lo que pude hacer fuera.
Por ejemplo&
Mucho no me gusta hablar de mí, pero en el último tiempo, en Talleres me tocó jugar poco. Y tanto el club como el entrenador no querían que me retirara. Cuando sos más grande, empezás a entender que podés tener un rol importante no sólo en el campo de juego.
Si tuvieras que elegir tres momentos de tu paso por Xolos, ¿cuáles serían?
El primero, cuando me llaman Joaquín del Olmo y Jorge Alberto Hank para invitarme a su proyecto. Para mí, era algo totalmente nuevo ya que nunca había jugado en una segunda división. Pero yo soy de creer que las cosas se dan por algo y acepté el reto.
El segundo, el ascenso conseguido al año siguiente (2011), con un equipo con muchos jóvenes. Y con algo inesperado de llevar tan pronto al equipo a la primera.
Y el tercero, sin dudas el título de 2012. Recién llevábamos un año en primera división y consagrarnos en cancha de Toluca, cuando muy pocos apostaban por nosotros.
Vayamos a la parte quizás más dolorosa:¿qué recuerdas de tu partida de Xolos?
Jorge Alberto y yo creíamos que era lo mejor por una cuestión de renovación de plantel. Me quedó en lo más profundo de mi corazón el amor de la gente y de la ciudad. Aún recuerdo cuando me fui en el aeropuerto a los hinchas, las familias despidiéndome y mi llanto al punto tal que me quebré.
¿Recuerdas lo que pasó con el cocinero de Xolos y el desafío de la cuchara?
Uyyyy. En esa época, recién estaban apareciendo con furor las redes sociales. Y le tocó al Patito (el cocinero del equipo) ser víctima de una broma mía. La verdad es que teníamos un grupo genial y él entendió que, más allá de la broma un poco pesada, eso formaba parte de un lindo show.
