Estados Unidos.- El AT&T Stadium se quedó en silencio de pronto y no fue por lo deportivo, sino por la terrible lesión que sufrió Dak Prescott, quarterback de los Vaqueros de Dallas, y la que seguramente le impedirá jugar lo que resta de la temporada.

A los de Dallas les llueve sobre mojado, pues no conformes con el negativo arranque de temporada que han protagonizado, también perdieron a su mariscal en el partido que este domingo protagonizaron con los Gigantes de Nueva York.

Corría el tercer cuarto, y los de Dallas tenían una ventaja de sólo un punto en el marcador, cuando Prescott acarreó un balón por la parcela izquierda del campo y Logan Ryan lo tacleó.

Desafortunadamente, en el forcejeo que llevó a que ambos cayeran al pasto, el tobillo derecho de Prescott quedó atrapado y todo el peso de Ryan le cayó encima. Tras la caída, las imágenes lo mostraron todo, el mariscal no podría regresar a la cancha.

La reacción de sus compañeros fue de incredulidad, sólo atinaron a arropar y abrazar a su compañero mientras el personal médico lo subía al carrito que lo sacaría del campo.

Prescott rompió en llanto pero se mostró agradecido ante las muestras de afecto que le dieron compañeros, rivales y también los contados aficionados que estaban presentes en el inmueble.

Una ambulancia trasladó al QB de los Vaqueros de inmediato al hospital, donde medios de comunicación especializados señalan, será operado este mismo domingo.

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