León.- La situación sigue por demás complicada para los propietarios de gimnasios en León. Y es que el tiempo pasa y dueños de los negocios dicen experimentar cada vez más la presión por pagos de necesidades básicas y nulas ganancias.
Preocupados, como han estado en los últimos meses, miembros de la Unión de Gimnasios de León ya piensan incluso en protestar pacíficamente por la difícil situación, pues argumentan pérdidas de entre el 50 y el 100% en este año.
“Que (las autoridades) se pongan a pensar lo importante que los gimnasios son en la sociedad. Ayudamos a fomentar el deporte& si de todo esto no se han percatado las autoridades, yo no sé de dónde quieren personas saludables“, comentó Paulina Rentería, del SportGym.
Debido a que el semáforo estatal de reactivación económica sigue en rojo, están prohibidas las actividades en gimnasios y otras instalaciones deportivas. Los dueños de negocios piden un clasificación similar a la de restaurantes, que desde hace un par de semanas pueden atender al público, aunque sólo al 30% de su capacidad.
Es por eso que queremos protestar, por la injusticia de que no nos vean”, señaló Randu Muñoz, del Gimnasio Expolit.
Los siguientes son testimonios de dueños de gimnasios, quienes han tomado medidas drásticas como despedir empleados o vender aparatos, para tratar de sobrevivir a la crisis.
“Queremos que la gente se active”
Jorge Ramírez, propietario del Snap Fitness, enfrenta tiempos complicados y hoy busca alternativas para salvar su negocio.
“Sí ha sido bastante pesado (sic), porque a final de cuentas todos dependemos de nuestros clientes”, comentó en entrevista.
Además, en redes sociales Jorge publicó un mensaje pidiéndole confianza a la gente y aclarando que no abrirá el negocio si hay riesgo de contagios.
Ramírez, calcula que las pérdidas aumentan cada día: “Anualmente vamos por lo menos a un 60% de pérdidas, si no es que más. Es bastante lo que se ha perdido”.
En cuanto al apoyo a sus trabajadores, en entrevista con Súper Deportivo señaló: “Estamos intentando mantener a nuestra gente. Pudimos acordar con ellos, definiendo un poco lo que era la parte de sueldos, sin que les afectara del todo, sin que los dejáramos sin nada. Cuando regresemos nos gusta que ellos sepan que tienen su lugar seguro”.
En su caso, la medida aplicada fue recortar el salario de los empleados, pero no despedirlos, esperando contar con el mismo equipo cuando tengan permisos para abrir.
“Sí se tuvo que recortar un poco el sueldo (de sus colaboradores), que más que eso es decir que les estamos dando un apoyo. La idea es mantener a toda nuestra gente siempre, ya que con ellos tenemos ya la mayoría de tiempo trabajando. Siempre buscamos ver por el trabajador” .
Además, Ramírez resaltó la importancia de la activación física: “Queremos que las autoridades sepan que nuestro interés no está en abrir por abrir. Claro que queremos que la gente se active, que tenga sus entrenamientos, ya que todo esto es muy bueno sobre todo para la salud”.
“Han sido pérdidas y más pérdidas”
Paulina Rentería, propietaria de SportGym, contó lo complicado de mantener firme su gimnasio, sin actividad durante prácticamente cuatro meses.
“Ha sido muy desgastante, también con los clientes, porque seguido nos preguntan que cuándo vamos a abrir. Es una presión no nada más a nivel personal si no en todo el entorno“, contó la empresaria.
Tres instructores, dos personas que atendían la recepción y una persona más de limpieza son las que se han visto afectadas en su gimnasio:
Hasta mayo todavía los apoyé con el 100%. Luego tuve que recortar a la mitad y ahorita, desde que empezó junio, lo tuve que recortar al 30%. Tuve que hablar con ellos y les tuve que decir que lamentablemente ya no podía seguir apoyándolos”.
Las pérdidas han sido muy marcadas y con el negocio cerrado, no se ve la salida:
Ha sido muy complicado para mí poder estar pagando muchos de los servicios básicos con los que contamos. Han sido pérdidas y más pérdidas”.
‘Estamos en números rojos’
Randu Muñoz, del gimnasio Expolit, no ha podido estabilizar sus actividades y gastos desde que inició la pandemia por covid 19.
“Nosotros lo que queremos es empezar ya a hacer una protesta, no agresiva, para no generar un conflicto con las autoridades, pero queremos ya exigir una apertura. ¿Cómo puede ser posible que los bares y restaurantes estén abiertos y llenos de gente?“, remarcó.
He visto restaurantes, taquerías, la oruga (sic) misma llena de gente, el Centro igual y la verdad dices “Que bárbaro, ¿por qué nosotros, que fomentamos salud, el deporte, no podemos abrir?””.
Muñoz fue sincero y declaró que las pérdidas son ya de miles de pesos: “Yo voy a deber cuatro meses de renta de 15 mil pesos, pues ya son 60 mil pesos. La luz me llegó el mes pasado de 3,500, porque tengo caminadoras y demás. Hay que pagarle a los empleados y en esta etapa, donde no estamos produciendo absolutamente nada, en estos momentos estamos en verdaderos números rojos“.
La Unión de Gimnasios de Guanajuato agrupa a alrededor de 40 negocios.
Por lo pronto, tuvo que cerrar el consultorio de nutrición que tenía en el gimnasio y liquidar a uno de los empleados.
En el gimnasio tenía tres personas trabajando y de las cuales ya liquidé a una y a otra persona, pues desde el primer mes le tuve que pagar solo el 50% y actualmente le doy 200 o 300 pesos por semana cuando normalmente le daba 2,000″, concluyó.
“Abrieron los bares& ¿y nosotros cuándo?”
Para Christian Alejandro Pérez, propietario del Gimnasio Madero Fitness y con 14 años de experiencia en el giro, el no ver actividad ha sido lamentable, ya que considera a los gimnasios como una importante herramienta para encarar las enfermedades.
“Ha sido muy triste que desafortunadamente en nuestra ciudad (los gimnasios) no tengamos el peso como lo que somos: una actividad deportiva, una actividad que apoya a la sociedad a mantener una condición sana”, comentó en entrevista.
Madero Fitness ofrecía diversas actividades en la Zona Centro.
Duele que nos estén catalogando como una actividad no esencial y ver que antes de nosotros estén los bares y centros de entretenimiento& ¿Y nosotros cuándo? La verdad que todo esto nos ha afectado muchísimo”.
Alejandro tenía un equipo de ocho personas, a las cuales ya no pudo apoyar desde el 18 de junio: “Puedo decir que es un 100% de pérdidas, porque no hay entrada y seguimos con los gastos fijos. Yo dejé de apoyar a mi personal, estamos en la bancarrota y por ahora la verdad no sabemos qué hacer porque en próximas fechas quizás tengamos que empezar a vender algún aparato para subsistir. No sé qué es lo que vaya a pasar”.
Finalmente señaló que los más afectados son los clientes con enfermedades crónicas:
Personas que hasta con diabetes, que tenían que inyectarse insulina y que con una frecuencia de ejercicio y disciplina se olvidaron por un instante que tenían que inyectarse. Esas son las personas que me están rogando que abramos”.