León.- Hace 30 años la Fiera comenzó a vivir tres años de euforia.

Fue cuando conocimos a un técnico que buscaba abrirse camino con una generación de futbolistas que quisieron caminar con él.

Víctor Manuel Vucetich dando indicaciones en la final contra Puebla. MexSport.
Víctor Manuel Vucetich dando indicaciones en la final contra Puebla. MexSport.

De la oscuridad de la Segunda División al fulgor de un título en Primera del que hoy se cumplen 28 años. Se dice fácil, pero se necesitan gramos de voluntad, kilos de constancia y toneladas de ilusiones.

Para unos era la primera oportunidad real para mostrarse en el profesionalismo, para otros era la última. Gran combinación para el éxito.

El 3 de junio de 1990 se vio el horizonte con el ascenso. El 7 de junio de 1992, la gloria con el título.

El León que regresó a Primera en 1990 fue conformado hasta por 15 leoneses, mientras que en el León de la corona del 92 había nueve nacidos en nuestra ciudad: Alejandro Murillo, Humberto González, Ricardo Rayas, Alfredo Murguía, Jaime López, Ricardo Enríquez, Martín Peña, Benedicto Bravo y Juan Andrade.

Del olvido a la gloria

La Temporada 89-90 inició para el León con la incertidumbre que generaba la carencia en el presupuesto condimentada por el castigo de una afición que había perdido la esperanza tras vivir dos torneos de Segunda.

Llegó Víctor Vucetich y le dio forma al León con una buena cantidad de leoneses. No fue un torneo fácil, ni dentro ni fuera de la cancha. 

El equipo que ascendió en 1990. Especial.
El equipo que ascendió en 1990. Especial.

Altas y bajas de juego rozando los límites de la Liguilla y los de la eliminación. Unos Verdes viviendo en las paredes del estadio, otros en sus casas y todos sin poder dormir por los pagos que fueron intermitentes y luego ausentes.

Se calificó como segundo del grupo y como séptimo en la general. Los jugadores reclamaron sus pagos conscientes de que ganar era también su mejor apuesta.

Una Liguilla larga, pero exitosa, se llegó a la final contra el superlíder Inter de Tijuana. Goles de “Peñita”, “Turru” y “Poncharelo”, triunfo y el regreso a Primera.

Es un gusto enorme haber estado en ese grupo que en la mayoría eran leoneses, sufrimos en pagos, pero haber logrado eso tan importante fue lo máximo y más por haber participado con un gol en Tijuana, no lo cambio por nada”, comenta Juan “Poncharelo” Andrade.

En la Fiera prevalecieron los leoneses y también llegaron los destinados a ser ídolos.

Por poco

La Temporada 90-91 fue de ascenso, aunque injusta. Un total de 16 triunfos y 9 empates, nada mal para un equipo que regresaba a las luminarias. La Fiera quedó fuera de la fiesta a pesar de ser el sexto general, pero tercero en su grupo. Morelia acabó en el lugar 13 y sí calificó. Esa injusticia hizo que se cambiara el reglamento.

Tita, el gran refuerzo del León en 1992. MexSport.
Tita, el gran refuerzo del León en 1991. MexSport.

Sin embargo, la sensación que dejó el León de Vucetich fue grata. En el estadio rugían los goles, los jóvenes del ascenso maduraban y ya se gritaban otros nombres: Marquinho, “Chato”, Fuentes y no se diga el “Tita”, “Tita”, Tita”.

Ídolos y leoneses

La Temporada 91-92, una locura. Cuarto lugar general, se destronó a Pumas en Liguilla, se superó al Cruz Azul de forma dramática y se fue hasta la agonía para superar a los poblanos en la Final.

Los Verdes celebran la victoria sobre el Puebla. MexSport.
Los Verdes celebran la victoria sobre el Puebla. MexSport.

Ese 7 de junio, todos gritamos el gol de Turrubiates y celebramos el autogol de Rivera. Algarabía en el “Glorioso” bañado por banderas verdiblancas y en las calles fue tiempo de sonar el claxon, de pintar el coche pidiendo para presidentes a Vuce, a “Tita”, a “Turru”& ¡A Zermeño!

“Fue muy importante haber tenido un logro con el equipo de mi ciudad, con mi gente, con mi familia, éramos muchos jóvenes con ganas de hacer algo, jóvenes leoneses que sentíamos los colores y el escudo y que hasta sin cobrar jugábamos”, comenta ahora Beto González.

Una generación que marcó una era, fueron tres años de euforia que dejaron atrás tres décadas y media de sequía en la Liga entre los ya merito de los setenta y los pasajes oscuros de los ochenta.

La entrega de la gente, ellos vivieron con nosotros esa gran felicidad y eso es una de las cosas que como jugadores no se nos va a olvidar, el estadio lleno, las banderas& quedar campeón en la Primera División no tiene comparación”, recuerda Alfredo “Tena” Murguía.

Después, como si fuera un guión exclusivo para la Fiera, se repetiría la historia: un ascenso y un título gracias a otra generación de años dorados.

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