México.- Fueron 25 años de intentarlo, de llegar a las finales y no poder conseguirlo. Hoy los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas han sido oficialmente sepultados, luego de borrar toda posibilidad de ascenso con la creación de la Liga de Desarrollo.
Así, los tamaulipecos bien podrían entrar a la galería mexicana de la tristeza futbolera, pues son el único equipo que en toda la vida de la división de ascenso nunca pudo escalar a Primera División.
Al infierno
La escuadra naranja debutó en el máximo circuito en la temporada 87-88, pero terminaron entre los dos últimos de la tabla y debían descender, aunque compraron la franquicia de los recién ascendidos Coyotes Neza para permanecer.
Fue hasta la temporada 94-95 cuando el “Corre” sufrió su paso al infierno, al ubicarse penúltimo en la tabla, bajando a segunda con el nada digno récord de 54 encuentros sin ganar en su paso por la Primera División.
Incluso el entonces rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, el doctor Humberto Filizola,, para cumplir su sueño de jugar en Primera División, aunque eso marcó el descenso.
Los de Ciudad Victoria llegaron a la Segunda División, categoría convertida luego en la Primera A, Liga de ascenso y Ascenso MX.
Las finales en las que pudieron retornar se dieron en primera instancia ante Tigres, en 1997, y posteriormente en 2012 al caer ante el Club León que regresó al máximo circuito luego de diez años.
Previo, Correcaminos salió campeón en 2011, situación que les valió para medirse a la Fiera en la final por el Ascenso en el Nou Camp.
Sus referentes
Desde el argentino Diego Melillo, hasta Carlos “Gullit” Peña, Correcaminos se caracterizó por siempre contratar elementos de renombre en su categoría y así buscar el tan anhelado regreso a la primera sala del futbol mexicano.
Dentro de los jugadores que lograron dejar un sello resaltan algunos viejos conocidos que también pasaron por el futbol del Bajío, como el panameño Roberto Nurse y el hondureño Carlos Pavón Plumer.
