Si hay un momento que parece por demás oportuno para vencer a los Rayados, ese es el de este sábado.
La Fiera como líder general y el campeón como actual sotanero. Es por ello que las huestes esmeraldas deben poner un alto a la paternidad que les ha impuesto el conjunto rayado en la Liga Mx.
Seis años, sí, seis años sin poderle ganar. Ni aquí ni allá.
Podrán decir los fanáticos que en este lapso hay un triunfo del León por 5-1 sobre Monterrey en la Copa, pero la realidad es que a este torneo solo se le da importancia mientras ganas, después lo minimizas.
Desde aquel febrero de 2014 cuando la Fiera venció al Monterrey con un 2-0 en la Sultana, han sido 11 juegos de Liga que los leoneses no gozan de un triunfo en este enfrentamiento.
Por el contrario, han sufrido nueve descalabros y solamente gozado de dos empates. Cito “gozado” porque en un historial así, los empates supieron a mucho. Y para acabarla de amolar, los Rayados han marcado desde entonces 31 goles por solo nueve del cuadro que hoy comanda Nacho Ambriz.
La noche se presenta para ponerle un “ya basta” a la jettatura norteña. Hoy, aunque el cuadro rayado es el campeón defensor, las circunstancias de ambos cuadros es muy distinta.
León llega con nueve puntos de 12 posibles, mientras que los norteños han sumado solo dos y todavía no conocen la victoria. La Jornada 5 inició con un León como el equipo más anotador con 10 goles y con un Monterrey apenas teniendo la mitad de esa cantidad.
Ángel Mena lidera la tabla de goleadores con cinco dianas mientras que el mejor anotador de la otrora Pandilla es el zaguero Nico Sánchez con dos.
Ambriz ha convocado para este duelo a lo mejor que tiene para el ataque: Mena, Ramos, Campbell y los dos Sosa, Nico y el “Chuco”. Cuenta, además, con un “Chapito” Montes que ya dio muestras de recobrar su brillo, el motor de Jean Meneses y un Rodolfo Cota que se levanta como garantía bajo el travesaño.
Es en la recuperación donde el domador tendrá la encomienda de solventar la ausencia de un contención como Pedro Aquino, que no verá acción por estar en la congeladora de la Disciplinaria.
Este es un punto que ha sido el talón de Aquiles del cuadro leonés y un caso que cada vez que se ha presentado, ha hecho sufrir en serio al León. Faltando esta pieza en la recuperación, el relojito se ha descuadrado.
Por ello, la Fiera tendrá que serle fiel a sus virtudes de siempre atacar y saber matar. El campeón es el campeón, puede despertar en cualquier momento y no hay mejor manera de respetarlo que ponerle otro trancazo en la corona.
Dicen que no hay victorias obligadas, esta sí, para ambos. Para un Monterrey que roza ya la “campeonitis” en este torneo y un León que deberá romper la “levantamuertitis” a la que repetidamente cae.
Entre León y Monterrey las estadísticas dicen una cosa, el presente dice otra, la carrilla rayada ya tilda en el dolor y es por eso que la Fiera debe rugir un “ya basta” contundente.
Twitter @geraslugo
