León, Guanajuato.- El olor a pan de Feria, los gritos de los que les gusta la adrenalina y se suben a los juegos mecánicos, los gritos de gol en el Nou Camp, como cada enero, el ambiente es distinto en León, una fiesta que se sintió también en el debut de La Fiera en el Clausura 2020.
Hay muchísima gente, se siente una vibra muy cómoda, muy familiar hasta cierto punto, me gusta venir a los partidos en estas fechas”, aseguró Diego Toledo, aficionado esmeralda que ya esperaba ansioso el momento de ingresar de nuevo a la tribuna del inmueble leonés.
Sin importar que las luces multicolores estuvieran a algunos metros de distancia, el ambiente festivo del Polifórum se apoderó también de la cancha donde León se enfrentó a Querétaro y donde padres de familia encuentran cada semana un sitio para compartir su afición con sus hijos.
“Mi hija se llama Brenda Renata, tiene tres años y todos los partidos quiere venir, aquí está la nueva fierecilla, es muy emocionante compartir esto con ellos (…) haya o no haya Feria aquí estamos cada 15 días”, destacó Mario Najar, quien no resistió el impulso de comprarle una gorra fosforescente a su pequeña.
Aunque hayan pasado alguno días desde que terminó el 2019, la ilusión de la afición es la misma en este nuevo año, en el que sí bien desean un equipo entregado, también esperan la estrella que se les negó el año anterior.
Aunque hayamos sido el mejor equipo hace falta un título y esperemos que en este torneo llegue la estrella que todos esperamos. Lo importante es que los jugadores vengan a sudar la camiseta, que den resultados y si no, creo que con lo que tenemos es suficiente para hacer un buen torneo”, concluyó Mario.
