León.- Hace prácticamente un año, el León rompía las redes a través de la genialidad en los anuncios de los fichajes que se realizaron en ese entonces.
Con la sentencia puesta para la salida de Mauro Boselli y una campaña perdedora de nueve tropiezos en el Apertura 2018, se necesitaban auténticos refuerzos para sacar a la Fiera de la mediocridad.
Y entonces cayeron del cielo jugadores como Ángel Mena, que buscaba resurgir de las cenizas en las que se había convertido en Cruz Azul, Rubens Sambueza que quiso darle un giro a los fracasos que tuvo en Toluca, una promesa no explotada en Chivas como JJ Macías y los extraños Iván Ochoa y Dilan Zúñiga provenientes del futbol andino.
Tres ‘pegaron’
Tres de estos refuerzos efectivamente vinieron a mover las aguas del mar esmeralda.
El ecuatoriano tomó vuelo para convertirse en campeón de goleo, el argentino le imprimió personalidad al equipo a pesar de que vio truncadas sus intenciones por una fractura, mientras que el juvenil del chiverío se convirtió en un pilar de la ofensiva.
Ochoa tardó el cuajar y vio continuidad hasta la recta final del Apertura que aún no termina y eso por la necesidad de cubrir la lesión del “Jefecito” Rodríguez. De Dilan Zúñiga no escribiré algo porque nada hubo con él.
En términos prácticos, fueron tres jugadores que funcionaron, mismo número de incorporaciones que la directiva leonesa pretende hacer para los torneos del primer semestre de 2020.
Hace un año se necesitaba darle amplitud a un plantel limitado, hoy se requiere de revulsivos para una nómina que cuenta con la calidad necesaria para mantener el protagonismo que se gozó en 2019.
A meter presión
Escuchando a los directivos felinos no se prevén contrataciones “bomba”, pero entonces deberían pensar en jugadores que renueven la pelea que se genera en las entrañas de la Fiera.
Como traer a un defensa central que haga subir el nivel de una zaga que tiene sus dosis de vulnerabilidad con Ramiro, Equihua, Tesillo y un Nacho González que sigue batallando en lo físico.
Hablan de traer a un lateral por derecha para estar detrás de Navarro, pero, más que eso, encontrar a uno que provoque que el mismo Fernando fortifique su estatus de elegible para el Tri.
El medio campo requerirá de un par de piernas que venga a meter presión a un Cardona, al mismo Mena y no se diga a un Campbell, cuyo futuro de permanencia en el León se pone en juego en el torneo que viene.
A olvidar el ‘ya merito’
Todo apunta que, para el Clausura 2020, los nuevos fichajes serán del mercado nacional o bien de un draft interno del Grupo Pachuca. Así, en estos días se confirmaría la estancia de Ismael Sosa en el León, que debería ser así, y el posible intercambio de Leo Ramos por Franco Jara, de acuerdo a lo que se emana del seno hidalguense.
Nacho Ambriz se ha dicho conforme con lo hecho en este año, cosecha que es elogiable, pero no iguala a la gloria que da un título. Y para ello, necesita ofrecer diferencias que hagan de su equipo algo mucho mejor a un ya merito.
Twitter: @geraslugo
