León, Guanajuato.- Aunque León recuperó la memoria ofensiva ante las Chivas, el final del encuentro no dejó del todo contentos a los aficionados leoneses.
Y es que el marcador final es engañoso, y se da porque el León y sus pifias así lo permitieron.
El conjunto de Ambriz volvió a ser vertical, con toque práctico, y haciendo presión alta, borró de la cancha a la escuadra de Tomás Boy casi todo el encuentro.
Agradable el retorno del peruano Aquino, sin embargo, la mención honorífica es para José Juan Macías, quien dio una auténtica cátedra de como tirar penales.
En lo negativo, no se tenía que terminar el partido de esa forma tan angustiante, los verdes insisten en revivir muertos y permiten una impensable reacción rojiblanca. Hay que señalar los descuidos defensivos (en especial el último) que permitieron las tres anotaciones tapatías.
Un 4-1 holgado se convirtió, sin ninguna necesidad, en un 4-3 que pudo haber sido costoso.
León retoma senda del triunfo, dice Luis Gerardo Lugo
Hasta el 4-1 lo más importante era que el León jugaba muy bien, contundente y se parecía a la Fiera del torneo anterior.
Sin embargo, de la manera en la que terminó el duelo, pidiendo la hora, podemos decir que lo más importante resultó que el
León retomó la senda del triunfo luego de dos jornadas, aunque con un 4-3 con las uñas mordidas.
Da tranquilidad saber que jugadores como Jean Meneses y Luis Montes mantienen un nivel envidiable. Mención aparte Yairo Moreno que parece encontrar su momento y posición.
Es una victoria que se valora porque se toma desquite de una Chivas al que no se le podía ganar desde 2015. Pero hay un pero en esto, no se puede poner el riesgo la seguridad que da una goleada.
Nacho Ambriz deberá ajustar su sistema defensivo desde la recuperación. La salida de Pedro Aquino por cambio hizo que la media cancha viniera a menos y se permitiera una reacción tapatía que por un centímetro no termina con el calificativo de milagrosa.
En resumen, fue un triunfo que pasó de la superioridad al nerviosismo, pero triunfo al fin.