San Miguel de Allende, Guanajuato.- “Para qué denuncio si no van a hacer nada, mi hijo está muerto y su mujer también, ellos eran gente buena, humildes y muy trabajadores, me los quitaron y eso nadie podrá ya remediarlo”, expresó Santa Ferrer, la mamá de Juan José y suegra de Belén, dos de las victimas de la masacre en la colonia San Rafael.
Al mismo tiempo que la mujer expresaba decepcionada del trabajo de las autoridades y con un gran dolor en su alma, la abrazaban y consolaban todas las personas que acudieron a la casa donde se velaban juntos los cuerpos de Reyes García Baeza, de Belén Ramírez García y de José Juan Montaño Ferrer, victimas colaterales en el ataque a balazos en contra de un hombre en la calle Juan de Umarán de la misma colonia.
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Y justo ahí, en la calle Juan de Umarán era velado el cuerpo de Félix Morales Hernández la cuarta persona que murió a consecuencia de una de las tantas balas que soltaron supuestamente en contra de un hombre apodado “el cata” al que solo consiguieron dejar lesionado con un impacto de bala que le entró por una oreja y salió cerca de la nariz. Igual que los otros 3 vecinos, Félix también estaba parado en el lugar equivocado y por eso murió a manos de los sicarios.
En el velorio de Don Reyes hubo mariachi e incluso amigos recitaron algunos versos para él a manera de reconocerle su forma de ser con la gente, algunos expresaron que el señor de la tienda era poco carismático cuando te atendía sobre todo sino traías cambio pero al final siempre salías con un buen comentario de la tienda. Incluso a Don Reyes lo relacionan con el cata a quien supuestamente crió.
“Mi hijo recogía en las noches plástico y botellas, esa noche estaba haciendo eso, me dicen que estaba su esposa cerca terminando de vender elotes y recogiendo ya su puesto cuando se escucharon los balazos, mi hijo fue herido y ella también, eran personas trabajadoras y dedicadas a sus hijos imagínese sino como para andar a esas horas de la noche trabajando aun para poder darles de comer, pero pues los mataron de esta manera y aunque denuncie ya nada van a hacer por ellos” expresó la señora Santa Ferrer.
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Señaló que hasta ahora ninguna autoridad se ha acercado a las familias ni tampoco los agentes investigadores, “esa noche que murió mi hijo fueron muy injustos conmigo, yo me enteré de lo que había pasado con mi hijo porque unos amigos me hablaron y me dijeron que viniera a esta calle porque decían que algo les había ocurrido a los muchachos que recogían el PET y vine pero ya no me dejaron pasar los policías, mi hijo había quedado tirado en la esquina cerca de las bolsas donde recolectaba el Plástico, con nadie de nosotros se han acercado”. Dijo Santa Ferrer
El cuerpo de Félix Morales Hernández les fue entregado cerca de las 10 de la noche a sus familiares para poder ser velado en su domicilio sobre la calle Juan de Umarán, no era fiesta sino una despedida que estaba realizando todos estos vecinos en el lugar donde horas antes se registró una masacre y murieron 4 personas inocentes que solo trabajan, otro llegaba a su domicilio y el señor de la tienda que ayudaba entregando basura a los pepenadores. Sobre los dos presuntos responsables que viajaban en una moto y que dispararon a diestra y siniestra sobre la calle aun no se sabe de su paradero.
AM