Cerca del 90% de las muertes por cáncer de pulmón se deben a los cigarrillos; sin embargo, algunos fumadores nunca llegan a desarrollar ese cáncer. De hecho, la gran mayoría no lo hace ¿Será la genética? Un nuevo estudio le otorga más peso a esta hipótesis. 

Un estudio publicado en la revista Nature Genetics, dirigido por científicos de la Facultad de Medicina Albert Einstein, sugiere que algunos fumadores pueden tener mecanismos robustos que les protegen del cáncer de pulmón limitando las mutaciones. Estos hallazgos no solo ayudan a resolver el misterio, sino que podrían ayudar a identificar a los fumadores que corren un mayor riesgo de padecer la enfermedad.

Los científicos han encontrado una ventaja entre las personas que fuman y no padecen de cáncer de pulmón; las células que recubren sus pulmones parecen ser menos propensas a mutar con el tiempo, estas personas tendrían genes que ayudan a limitar las mutaciones que conducen a desarrollar la enfermedad.

En otras palabras, los genes de reparación del ADN son más activos en algunas personas, lo que puede proteger contra la aparición de cáncer, incluso si se fuma cigarrillos con frecuencia.

Para el análisis, se realizaron perfiles genéticos de las células bronquiales de 14 no fumadores de 11 a 86 años y 19 fumadores leves, moderados y severos de 44 a 81 años, que habían fumado un máximo de 116 paquetes por año.

Simon Spivack, del Colegio de Medicina Albert Einstein, explica que estas células sobreviven durante años, incluso décadas, y por lo tanto pueden acumular mutaciones tanto con la edad como con el tabaquismo.

Mientras las células envejecen, naturalmente las mutaciones aumentan. Si bien, el humo del tabaco ha sido asociado como desencadenante de los daños en el ADN de los pulmones, el nuevo estudio encontró que no todos los fumadores están en la misma situación; al parecer, después del equivalente a unos 23 años de fumar un paquete al día, el riesgo de aumento de la tasa de mutación celular se estabiliza.

Los fumadores más severos no tenían una mayor tasa de mutación lo cual podría deberse a que poseen sistemas muy competentes para reparar el daño del ADN o desintoxicar el humo del cigarrillo.

Aunque el humo del tabaco sea el desencadenante de las mutaciones celulares adicionales en el pulmón, si estas se convierten en tumores o no depende de la capacidad celular para reparar el ADN o reducir el daño. Los genes relacionados con la reparación del ADN se pueden heredar o adquirir. 

Por supuesto que los genes no son los únicos factores que influyen en el riesgo de cáncer de una persona, los factores ambientales, como la dieta, también repercuten en los nutrientes del cuerpo que afectan el desarrollo del tumor.

Esto para nada debe ser un sustento para los fumadores; fumar es realmente muy dañino, los efectos perjudiciales en la salud se conocen desde hace tiempo; este estudio experimental también informa que el tabaquismo incrementa el riesgo de cáncer de pulmón al aumentar la frecuencia de las mutaciones.

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