León, Guanajuato. Vivir el duelo por la pérdida de un ser querido durante la pandemia por COVID19 ha sido una situación que deja dolor, porque se vive en una cultura que no está acostumbrada a restar, a devolver. 

Así lo asegura Marcelo Rittner, quien lanza una nueva edición de su libro “Aprendiendo a decir adiós” con un nuevo capítulo dedicado al duelo durante la pandemia que tiene como objetivo principal ayudar a quienes la muerte lastimó su corazón. 

Es la quinta reimpresión del libro y en realidad me llamó mucho la atención que, durante la época del COVID19, uno de los temas más preocupantes era la forma en que mucha gente moría, es decir, en soledad, que es la muerte más cruel y de cómo eso estaba lastimando a tantas personas”, comentó el escritor. 

Cada día los diferentes medios de comunicación daban cifras de miles de personas que perdían la vida y de quienes sus familiares o amigos no podían cerrar ciclos de una forma “normal” porque aunque en lo cotidiano hay accidentes, la pandemia no permitió estar cerca de ellos en el hospital, tomados de la mano o con una palabra amorosa. 

Esta edición especial plantea nuevas situaciones de duelo a las que nos hemos enfrentado en pandemia.

Marcelo tiene 47 años de trabajo pastoral y eso es algo que siempre le ha interesado transmitir porque tal vez en las situaciones en las que menos preparado se está y los demás en el afán de querer de ayudar a alguien en duelo, meten la pata al no saber qué decir o cómo actuar. 

Durante los primeros meses me llamó la atención que mucha gente escribía acerca de cómo se sentía, de no poder despedirse, de no estar comunicados, de llevar a un ser querido a un hospital y ya no lo vió hasta que le entregaron una bolsa negra, e inclusive, a veces hubo equivocaciones de cuerpos. Son cosas fuertísimas para quien pierde a un ser querido”, compartió 

Fue así que decidió escribir un nuevo capítulo en su libro, enfocado en este tema de los duelos en pandemia con la finalidad de acompañar a los lectores en el proceso de decir adiós ante una situación que rompió con el mundo en el que se vivía. 

El autor invitó a una psicoterapeuta a que escribiera, justamente desde la perspectiva psicológica, cómo poder trabajar esta situación y también a la editorial le llamó la atención que durante la época de confinamiento, la edición anterior se vendió de una forma impresionante, a pesar de que en ese momento no tenía este nuevo capítulo.

El objetivo del libro es hacer entender a la gente que la muerte es un evento y el duelo es un proceso y que cada persona reacciona de manera diferente a estos conceptos. Hay quienes al día siguiente ya cerraron el capítulo y creen que ya quedó atrás, y no queda atrás queda adentro, y van avanzando; pero tampoco es sana la idea de un duelo eterno, es aprender a decir adiós”, señaló.

El escritor contó que el título de su libro no se refiere al término de la relación, sino que expresa el poder seguir avanzando en su vida, llevando el recuerdo de una manera sana, que no estanque o que arrastre los “pies” del alma y que sí permita seguir con la vida aceptando la pérdida. 

Dijo que hay culturas en las que la muerte es otro concepto, pero en la mayoría, perder a un ser querido es simplemente la transformación de su presencia física a un lugar permanente que es el corazón. 

No nos olvidamos de ellos, alguien dijo que los muertos siguen viviendo en nosotros.
Quienes vivimos el duelo de un ser querido aprendimos que continúan con nosotros, pero aprendemos a vivir con ellos en otra perspectiva, en imaginarnos que estamos compartiendo algún momento, alguna canción, alguna flor, comida, lugar, todo eso es parte de la vida”, agregó. 

Con esta nueva edición, Marcelo trata de ayudar a la gente a no tomar el duelo con un sentimiento de culpa, sino de saberse vivos y de armar nuevamente ese rompecabezas que se desarmó por la pérdida. 

Además de las cifras diarias de muertes por COVID19, experiencias cercanas que había tenido en las que no pudo tener rituales que ayudan con el duelo como un velorio o un sepelio, lo motivaron a compartir una nueva edición de su aprendizaje para decir adiós. 

Lejos de cualquier concepto de vanidad, este ha sido un libro de autoayuda y es para eso. Yo les deseo que puedan encontrar la paz espiritual que están buscando al leerlo”, finalizó. 

 

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