Poco a poco las actividades cotidianas se han adaptado a la nueva normalidad, después de que el año pasado casi todas las festividades se vieron interrumpidas por la pandemia por Covid-19. Si está en tus planes salir a pedir o dar dulces (lo que en México llamamos “calaverita”) sigue estos consejos para hacerlo de manera más segura.

 

Si bien, aún no se puede estar completamente a salvo, hay formas de minimizar el riesgo de contagio este Halloween y Día de Muertos. Desde los disfraces, el distanciamiento social y las dinámicas de convivencia, estas medidas pueden ayudar para que no se tenga que suspender el festejo un año más y los niños y no tan niños tengan un rato de diversión.

 

Emma H. Tobin en su artículo ¿Está bien salir a pedir dulce o truco durante la pandemia? en AP, señala que hay factores que debemos evaluar antes de decidir si salir o no a formar parte de estas tradiciones

“Que se sienta cómodo saliendo a pedir dulces con sus hijos podría depender de factores como la tasa de contagio de COVID-19 en su zona o si las personas a la que se expondrán están vacunadas”.

 

No obstante, apunta que salir a pedir dulces  es una actividad al aire libre por lo que es un poco más segura, ya que facilita mantener la distancia física. También propone que haya una organización vecinal para evitar que los niños se amontonen en una puerta.

Si se trata de una fiesta en espacios cerrados, se recomienda llevar puesto un cubrebocas, no solo la máscara del disfraz. No importa si ya te has vacunado, recordemos que las vacunas solo reducen el impacto del virus en el cuerpo.

 

Aunque el riesgo de contagio por contacto con superficies es bajo, es aconsejable llevar alcohol en gel para desinfectar continuamente las manos, en especial de los niños. Emma, reitera que es seguro tocar el timbre de una casa para recibir dulces porque el coronavirus se transmite fundamentalmente a través de gotitas generadas por la respiración.

 

Para quienes vayan a repartir dulces, se aconseja, portar siempre el cubrebocas cuando salgan a su puerta a repartir dulces; también pueden colocar marcas en el piso para que los niños puedan formarse respetando la sana distancia. Finalmente, es indispensable que los dulces sean envueltos para reducir el riesgo de que se contaminen.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *