La medición de la pobreza en México, no ha sido sencilla. Antes de la formación del CONEVAL, el gobierno federal priista hacía la medición y distorsionaba los datos de acuerdo a intereses políticos. La izquierda históricamente, luchó por crear una instancia independiente que midiera la política social y así, se creó el CONEVAL. Solo que ahora que llegó MORENA al poder y aunque no es un movimiento político de izquierda en su conjunto, hizo desaparecer a Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, para transferir sus funciones al INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).

El CONEVAL era una instancia gubernamental con autonomía y capacidad técnica para generar información objetiva sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza y sus resultados ayudaron a mejorar la toma de decisiones al gobierno. La desaparición generó controversia, con argumentos a favor y en contra de la desaparición. La realidad, es que señaló  errores de los programas insignia del actual régimen, en particular, de Sembrando Vida y de los apoyos para los adultos mayores. Pero lo que provocó su cierre, es que se atrevió a dar a conocer que de 2018 a 2020, creció la pobreza. El ex Presidente AMLO reaccionó con furia y ordenó su cierre. No era un asunto presupuestal, ni de sus directivos, que históricamente provenían de la izquierda, solo era que eran independientes al régimen.

Hace unos días, el reporte del INEGI sobre la reducción de la pobreza en Guanajuato generó un debate entre actores como la sociedad civil, la Iglesia Católica y MORENA, el partido hegemónico. INEGI reportó que la cifra de guanajuatenses en situación de pobreza disminuyó en 7 puntos porcentuales, pasando de 33 % a 26 % en dos años. Y aquí viene el asunto clave: el INEGI modificó los marcos de referencia para la medición de la pobreza y además, desde el 2019, esta institución ha perdido autonomía pues tiene un control directo del gobierno federal. Considero que la medición del CONEVAL era objetiva y la del INEGI es la base de datos más potente que tiene el País, pero “los números no mienten, los que los usan, sí”.

La realidad es que lamentablemente, los problemas estructurales persisten en nuestro País y en el Estado. El informe del INEGI, publicado el 13 de agosto de 2025, indica que en 2024 el 29.6% de la población mexicana (38.5 millones de personas) vivió en situación de pobreza multidimensional, lo que representa un descenso respecto a 2022. La pobreza extrema afectó a 7 millones de personas, mostrando también una reducción. La “Pobreza Multidimensional” (y aquí aparecen nuevos criterios de medición) considera carencias sociales como rezago educativo, acceso a servicios de salud, seguridad social, servicios básicos y calidad de la vivienda.

El reporte del INEGI es a final de cuentas, cuantitativo y no cualitativo como lo hacía CONEVAL, pues el INEGI no tiene la función ni el enfoque de evaluar políticas sociales, sino de dar cuenta de la medición que da el trabajo de campo. De cualquier manera, el reporte no alerta de que la carencia más alta es el acceso a la seguridad social, con 48.2% de la población; la carencia más baja es la calidad y espacios de la vivienda, afectando a 7.9% de la población. Estos datos corresponden al año 2024, y es la medición más reciente disponible de la pobreza multidimensional desde la que se realizó en 2022 en que dejó de hacerlo el CONEVAL. El INEGI se encargó de la medición de la pobreza a partir de julio de 2025, asumiendo atribuciones previas del CONEVAL, con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024.

Hay buenas noticias, pues según el INEGI, Guanajuato redujo significativamente su pobreza en los últimos dos años, con más de 430 mil personas saliendo de la pobreza y 94 mil 300 superando la pobreza extrema, lo que lo posiciona en cuarto lugar nacional en esta disminución. La baja en la pobreza se atribuye a mejoras en salud, educación y servicios básicos, y esto, resulta creíble pues el sistema de salud de Guanajuato es muy bueno, al igual que su sistema de educación, aunque aún existen desafíos enormes. Un factor importante, ha sido el sostenimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs). Después de un sexenio de “otros datos”, ojalá que sea cierto lo que informó el INEGI federal.

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